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martes, 5 de febrero de 2013

Gobernador Ameliach: El 4-F sembró la revolución en el corazón del pueblo


Gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach Gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach Foto: Dennis Linarez
El gobernador del estado Carabobo, Francisco Ameliach, indicó este lunes que la rebelión cívico- militar encabezada por Hugo Chávez Frías el 4 de febrero de 1992 marcó el inicio de la revolución bolivariana y la sembró en el corazón del pueblo venezolano.
Durante la jornada registrada hace 21 años, los jóvenes militares combatieron contra las políticas neoliberales y profundamente excluyentes representadas por el  de Carlos Andrés Pérez y que sumían en la miseria a la mayoría de los venezolanos.
Chávez, con tan sólo 38 años, lideró el movimiento cívico-militar "con el cual se marcó el inicio hacia la patria democrática y la soberanía de este país, que ahora es  de una revolución en la que manda el pueblo", expresó Ameliach, quien participó en la rebelión del 27 de noviembre de 1992.
En aquel momento, el actual gobernador de Carabobo dirigió, con rango de capitán del Ejército, a un grupo de soldados que intentó liberar al comandante Chávez de su  de reclusión en Yare, estado Miranda, tras la sublevación ocurrida casi 10 meses antes.
Ameliach señaló además que aquel 4 de Febrero los jóvenes militares rebeldes le dijeron al pueblo que no estaba, que contaba con una Fuerza Armada Patriota que lo acompañaría en sus reivindicaciones .
También destacó que a 21 años de aquella jornada histórica, y a 14 años de la revolución socialista, "podemos afirmar que el chavismo es un sentimiento nacional que va más allá del  Chávez, ya podemos decir que el chavismo es un pensamiento, incluso una doctrina ideológica que podrá estudiarse en las  y que trasciende más allá de , en el mundo".

lunes, 4 de febrero de 2013

Arias Cárdenas asegura que soldados del 4-F “sabían por qué hacíamos lo que hacíamos”


Hoy se cumplen 21 años de la rebelión cívico-militar que hizo tambalear a un gobierno marcado por importantes hechos de corrupción. El levantamiento del 4 de febrero de 1992 cambió el rumbo político de Venezuela.
A pesar de que los objetivos no se cumplieron en Caracas, en Zulia, la región más poblada e importante de Venezuela, el acto resultó un éxito.
El teniente coronel Francisco Arias Cárdenas fue el encargado de comandar al grupo de militares que tomó objetivos tan difíciles como la sede de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Protección (hoy Sebin) y el Destacamento 35 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Muchos eventos han transcurrido desde aquella época, pero para el teniente coronel, recién electo gobernador del estado Zulia, los hechos de aquella madrugada del 4 de febrero se encuentran intactos en su mente.
LOS HECHOS
“Recuerdo como si fuera ayer cuando tomamos la residencia oficial del Gobernador. Allí había unos policías a quienes mandé a vestir y a desarmar, luego los envié a su casa” rememora.
“A las 9:00 am me reuní con mis tropas, leí la orden de operaciones a los oficiales, convoqué a los soldados en el patio y esperé hasta que salieran todas las patrullas. Tenía el alma en un hilo; solo le pedía a Dios que nos llevara a todos con bien y que no nos permitiera causar algún daño, pero que tampoco nos lo hicieran a nosotros”, acotó.
Arias Cárdenas afirma que ningún soldado peleó engañado: “Todos sabían por qué hacíamos lo que hacíamos”.
LA HORA DE RENDIRSE
Pero los militares insurrectos debieron rendirse aunque en poco tiempo -y sin muchos problemas- habían tomado la residencia oficial del Gobernador, la sede de la Policía Regional en Los Patrulleros, el Palacio de Gobierno, la Base Aérea Rafael Urdaneta, el Destacamento Aéreo de la Guardia Nacional, el Aeropuerto Internacional La Chinita, el Comando Regional número 3, el Puente Sobre el Lago, las instalaciones petroleras de las Costa Oriental del Lago (COL), y el principal bastión rebelde, el Cuartel El Libertador.
La noticia de que Chávez iba camino al Ministerio de la Defensa golpeó al comandante de la rebelión en Zulia, que por un momento se rehusó a rendirse: “Algunos de mis muchachos estaban molestos, pero el sacrificio era necesario, la idea no era dárselas de guapo y morir peleando”.
CAMINO A CARACAS
Decidido ya a rendirse, Arias Cárdenas ofreció sus primeras declaraciones al extinto canal Radio Caracas Televisión (RCTV). Lo que más le preocupaba al teniente coronel, era si el pueblo entendería las razones de aquel grupo de militares, que decidieron alzarse para mejorar las condiciones del país.
En la BARU lo esperaba un avión Bronco que lo llevaría a Caracas para enfrentar las sanciones.
-¿Qué pensaba mientras viajaba en ese avión?
-Solo me preocupaba dónde seguirían combatiendo; me decían que en Valencia pero a ciencia cierta no sabía nada
-¿Cómo fue su llegada a La Carlota?
-Cuando bajé del avión y atravesé el patio vi a un grupo de paracaidistas; alguno de ellos estaban acostados, otros sentados con los brazos detrás de la nuca con sus brazaletes. A mí me impactó mucho, así que les dije: “les traigo saludos de los soldados patriotas que combatieron en el Zulia, aparentemente tenemos una derrota, pero estamos seguros de que tenemos una victoria, que el pueblo entenderá lo que hicimos”. Antes de que terminara, todos los soldados se levantaron y comenzaron a entonar el Himno Nacional, los centinelas no sabían qué hacer, total que el gloria al bravo pueblo es para todos.
ANTECEDENTES
Pero la intentona no surgió de la nada, una molestia social por medidas económicas que atropellaban al pueblo y una forma corrupta de manejar los recursos de las entonces Fuerzas Armadas fueron parte del detonante.
Para Arias Cárdenas el cambio en la mentalidad de algunos militares comenzó en los años 80 del siglo XX: la interacción con algunos actores políticos de izquierda ratificó el deseo de buscar soberanía para Venezuela.
“Muchos factores confluyeron, pero fueron los hechos del 27 y 28 de febrero de 1989 los que nos dijeron ‘es ahora, ya el pueblo está madurando”, recordó el gobernador del Zulia.
Para los soldados resultó una contradicción tener que salir a contener a un pueblo en el año 1989, mientras en la clandestinidad conformaban un movimiento para defender a ese pueblo. “No estábamos preparados”.
Pero la interacción con académicos, cultores y políticos de izquierda le dio las bases que propiciaron una serie de cambios: “Después de 1989 el tiempo es muy corto, todo se acelera y avanzamos más con las discusiones, propuestas y planteamientos”, aseguró.
“Establecimos conversatorios, debates dentro y fuera de los cuarteles. Muchos de esos líderes de izquierda están vivos y continúan con nosotros: Roger Capella, Alí Rodríguez Araque, Aristóbulo Isturiz, Kléber Ramírez, entre otros, se mostraron solidarios y consecuentes”, dijo.
A DOS DÉCADAS
Muchas cosas han cambiado en la vida de cada uno de los militares que participaron en la rebelión. Transitar por el camino de la política electoral fue la mejor opción para el comandante Chávez y sus colaboradores.
Ahora, desde la Presidencia de la República, lidera uno de los proyectos más ambiciosos; la integración de América Latina y el desarrollo de Venezuela para lograr que sea una potencia.
-¿Cuál ha sido la mayor enseñanza?
-Aprender haciendo política al lado del pueblo. Nuestra comprensión ha avanzado, el Presidente ha tenido una visión muy adelantada, construir el nuevo estado y una economía al lado del pueblo, en mi criterio ha sido un aprendizaje positivo.
-¿Qué falta?
-Caminar mucho más en la construcción de la permanencia del Poder Popular, en la generación de más riqueza y la organización de la misma.
-¿Hay indicadores de que Venezuela ha avanzado en la disminución de la pobreza?
-Los indicadores son innegables. La construcción de viviendas es uno de ellos; aquí jamás se habían construido 200 mil casas en un año. En algún gobierno de la Cuarta República se ofrecieron 100 mil y solo se construyeron 20 mil. Nosotros hemos triplicado, en un estado, esa meta nacional que se fijaban los pasados gobiernos. Lograr que las familias más pobres tengan acceso a comida barata es otro indicador.
UN BÁLSAMO
El mayor anhelo para el comandante Francisco Arias Cárdenas es poder celebrar este 4 de febrero al lado de su amigo y compañero de armas, Hugo Chávez Frías: “Estamos contentos por su recuperación y sé que el triunfo en Zulia es un bálsamo que lo reconforta”, precisó.
Para el gobernador, el 4 de febrero será siempre sinónimo de rebeldía, generosidad, filantropía y amor militante por la patria.
T/ Yajaira Iglesias
F/ Archivo CO

Carolus Wimmer: El 4 de febrero de 1992 desencadenó el proceso bolivariano




El responsable de asuntos internacionales del Partido Comunista de Venezuela y diputado del Parlamento Latinoamericano sostiene que la insurrección militar fue producto de una sucesión de hechos históricos
El diputado del Parlatino Carolus Wimmer, responsable de asuntos internacionales del Partido Comunista de Venezuela (PCV), sostiene que la insurrección militar del 4 de febrero de 1992 fue producto de una sucesión de hechos históricos.
“La historia hay que entenderla como un encadenamiento de hechos”, advierte.
En una conversación con el Correo del Orinoco, el dirigente refiere que la segunda mitad del siglo pasado estuvo marcada por cuatro momentos que marcaron el quiebre del sistema capitalista en Venezuela: “Lo que vivimos hoy es producto de un desarrollo histórico de la sociedad venezolana y de un quiebre del sistema capitalista que todavía no está derrotado, pero está quebrado. En Venezuela es un sistema capitalista petrolero rentista”.
Señala que el 23 de enero de 1958 ocurre la traición del pueblo, por parte de la burguesía y del sector político, especialmente de Acción Democrática y Copei. Dijo que a partir de ese momento el poder político “quiebra” el movimiento estudiantil “comprando conciencias en la dirigencia estudiantil, y reprimiendo la organización y la movilización”.
En los primeros años de la Cuarta República ocurren asesinatos y desapariciones de líderes revolucionarios que luchaban contra el sistema.
Wimmer comenta que el viernes negro de 1983 dejó en evidencia “un sistema rentista corrupto e insostenible”.
Agrega: “Si entendemos la sociedad como base económica y como una superestructura, vemos que lo primero que entró en crisis fue la base económica. El sistema financiero se quiebra con el saqueo del país al trasladar los capitales de los ahorristas hacia el extranjero. La devaluación del bolívar trajo inflación y afectó a las capas populares”.
El dirigente comunista acota que si bien hasta ese momento en el sistema capitalista venezolano había desigualdad pobreza, a partir 1983 aparece la pobreza extrema.
Wimmer aún recuerda las imágenes “de mucha gente buscando comida en la basura”. Apuntó que esta situación nunca se había observado en Venezuela.
Comentó que, por ejemplo, la familia del presidente Hugo Chávez era humilde, pero que con sacrificio y esfuerzo, tanto como él como sus hermanos pudieron estudiar y convertirse en profesionales: “En 1983 surge el descontento que marcó a la capa media que había sido privilegiada hasta ese momento, y con la devaluación terminaron esos privilegios como los viajes al exterior”.
Señala que “las pocas gotas petroleras que caían sobre la población eran políticas populistas para asegurar el sistema; especialmente en las campañas electorales regalaban cosas”.
En su opinión, cuando ocurre el viernes negro de 1983 “la cúpula política no tenía recursos para comprar conciencias” y entonces surgieron las rebeliones “y loa explosión de conciencias de 1989 y 1992”.
REBELIÓN MILITAR
Relata que luego de este quiebre económico, se produce la rebelión popular del 27 de febrero de 1989: “Fue una consecuencia lógica en la historia. La capa media también participó en los saqueos. El pueblo trabajador fue el más golpeado, pero mientras este saqueaba tiendas de alimentos, la capa media se llevaba televisores”.
-¿Por qué la Fuerza Armada en 1989 no apoya al pueblo?
-Estaba separada en los cuarteles del pueblo. Había un adoctrinamiento, dirigido por Estados Unidos, que implicaba la misión y la visión de asegurar el poder a la clase dominante. En 1989 había resistencia en la Fuerza Armada, por eso tenían que traer tropas de otros estados a Caracas para frenar las protestas; había resistencia porque los soldados tenían a sus familias en la capital y hubo dificultades para que obedecieran las órdenes para la represión brutal.
Wimmer apunta que “las rebeliones de 1989 y 1992 ocurrieron en plena aplicación de los paquetes neoliberales, combinado con una fuerte represión de la organización popular. Por un lado había corrupción y represión. Mientras que los altos oficiales tenían privilegios que iban más allá de sus ingresos económicos; las tropas en general no eran beneficiadas”.
Recalcó que el paquete económico que desarrolló el expresidente Carlos Andrés Pérez afectó tanto a los civiles como a los militares. Indicó que en el seno de la Fuerza Armada “había sectores democráticos y revolucionarios” que abogaban un cambio en la sociedad.
Para el responsable de asuntos internacionales del PCV, la enseñanza que dejaron las dos rebeliones “es que si no hay unidad cívico-militar, el sistema que está soportado por el imperialismo yanqui, logra resolver situaciones complicadas”.
Subraya que el alzamiento de los militares y la protesta de El Caracazo fueron consecuencia de la exclusión de una parte de la población: “Como el sistema los excluye y los reprime, los lleva a la pobreza y debe haber una reacción en algún momento”.
Refiere que en 1992 “el sistema entró en una grave crisis pero aparentemente lo pudo resolver. Finalmente, el cauce de esa rebelión cívico-militar se unificó a partir de ese momento y llevó a la victoria electoral de 1998, desencadenando el proceso bolivariano”.
DICTADURA BIPARTIDISTA
Carolus Wimmer subraya que “nosotros los revolucionarios debemos eliminar la palabra democracia de esa época (Cuarta República) porque confunde. El bipartidismo fue una dictadura, donde ni siquiera había partidos, sino que existían los famosos cogollos”.
Agregó: “En Acción Democrática el cogollo sindical decidía todo. El dirigente sindical corrupto, comprado, que tenía alto peso en la escogencia de los candidatos presidenciales, donde no participaba la militancia. Fue manejado por una cúpula que estaba estrechamente relacionada con los Estados Unidos”.
T/ Janet Queffelec Padrón
F/ Loel Henríquez

sábado, 1 de septiembre de 2012

Un día como hoy: primer alzamiento campesino



En 1846 se produce el alzamiento campesino encabezado por el indio Francisco José Rangel al frente de cientos de peones y esclavos de las haciendas del sur de Carabobo.
Esta insurrección, que comenzó de manera espontánea, no fue más que la expresión de una situación que tenía sus raíces en la grave crisis económica que sufría el país desde 1842 y en el descontento de diversos sectores agropecuarios con respecto a las medidas económicas y fiscales aplicadas por el gobierno de Carlos Soublette. La insurrección es considerada como la primera actuación política autónoma de los hombres del campo en Venezuela