lunes, 24 de junio de 2013

La Dictadura Imperial V.S. La CIA


El secretario de Estado, John Kerry, durante la rueda de prensa en Nueva Delhi. / JACQUELYN MARTIN (AFP)
Estados Unidos está desplegando todo su arsenal diplomático y jurídico para poner fin a la fuga de Edward Snowden, el exanalista subcontratado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que ha desvelado los programas de vigilancia masiva de la Administración. El lunes por la mañana, desde Nueva Delhi, el secretario de Estado, John Kerry, se sumaba a la petición de la Casa Blanca y exigía a Rusia que cumpliera con la ley internacional y devolviera a Snowden a EE UU, advirtiendo de las consecuencias que otra decisión podría tener para sus relaciones bilaterales. El Departamento de Estado, por su parte, ha requerido a los Estados de América Latina que no den cobijo o permitan al autor de las filtraciones que haga escala hacia un tercer país.
Kerry se ha mostrado “decepcionado” por la actitud de Hong Kong y Rusia que han permitido a Snowden evadir las exigencias de extradición de EE UU y ha advertido a ambos Gobiernos de las “consecuencias” que podría tener para sus relaciones que se demuestre que tenían constancia de los planes del analista y, pese a ello, no procedieron a su detención, sabiendo que se trataba de “un fugitivo” buscado por la justicia estadounidense. “Está fuera de toda duda que, si esto se demuestra, tendrá efectos negativos en nuestros vínculos”, ha asegurado el secretario de Estado.
El jefe de la Diplomacia de EE UU, que se encuentra en visita oficial en la India, ha reconocido que ignora el paradero de Snowden y sus intenciones, pero ha pedido a Moscú, donde se cree que todavía se encuentra, tras confirmarse que no ha tomado un vuelo con destino a La Habana, que “observe la ley internacional” y cumpla con “el principio de reciprocidad” y extradite a Snowden. “En los últimos dos años hemos transferido a Rusia siete prisioneros que ellos reclamaban y creo que la reciprocidad en el Estado de Derecho es vital”. La demanda del secretario de Estado era similar a la que, horas antes, realizaba la Casa Blanca a través del Consejo de Seguridad Nacional. En un comunicado, apelaba al reciente entendimiento en los atentados de Boston y requería a las autoridades rusas que cooperaran con EE UU y “consideraran todas las opciones posibles” para enviar de vuelta a Snowden a este país.
La ubicación del hombre más buscado de EE UU es un misterio. Kerry ha reconocido que no tiene constancia clara de su paradero y Ricardo Patiño, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, el país al que ha solicitado asilo Snowden, ha señalado que “sólo las autoridades rusas saben donde se encuentra”. El fundador de Wikileaks, Juliane Assange, sin embargo, sí parece conocer los pasos que está siguiendo el exanallista. Esta mañana, desde la Embajada ecuatoriana en Londres, donde se encuentra refugiado desde hace poco más de un año, ha asegurado que Snowden viaja rumbo a Ecuador por una ruta “segura” que incluye “otros países”, que no mencionó. Para añadir más confusión, sin embargo, Assange señaló que su organización se ha puesto en contacto con Islandia para sopesar otras opciones de asilo.
La Administración también está tratando de evitar que Snowden recale en América Latina. “EE UU está advirtiendo a todos los países del hemisferio occidental de que a Snowden se lo busca por delitos muy graves y que por ello no debería permitírsele tomar vuelos internacionales salvo para retornar a EE UU”, ha indicado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.

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