Castro intervino en el plenario de la Cumbre de la Celac. (Foto EFE)
EFE
El presidente cubano, Raúl Castro, denunció este lunes que existe una “campaña de intriga y descrédito” contra el Gobierno venezolano y que continúa la “injerencia” externa en los asuntos de América Latina.
Castro intervino en el plenario de la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebra en Chile con la ausencia de Chávez, convaleciente en Cuba de una operación contra el cáncer que padece.
“Junto al dolor y la preocupación por la salud del jefe de la revolución bolivariana, ese hermano pueblo está dando junto a los dirigentes chavistas un destacado ejemplo de lealtad, convicción y unidad, para profundizar sus irreversibles conquistas”, manifestó.
El presidente cubano denunció que “el Gobierno bolivariano está enfrentando una permanente campaña de intriga y descrédito por parte del imperio y de la oligarquía golpista, pero ha continuado su obra”.
“Desde aquí le reiteramos a Chávez nuestro afecto, respeto y admiración, al igual que a su valiente pueblo, que lucha por la mayor suma de estabilidad política”, seguridad social y felicidad, reclamó.
Castro denunció además que continúa “la injerencia en los asuntos” internos de la región, el interés de las trasnacionales por controlar los recursos naturales y la estrategia de la OTAN, “cada vez más agresiva” y orientada “claramente en ese sentido”.
“A dos décadas del fin de la guerra fría, crecen los enormes arsenales nucleares y convencionales que, como ha dicho Fidel, no podrán matar ni el hambre ni la pobreza”, señaló Raúl Castro en una referencia a su hermano, el líder de la Revolución cubana.
“El orden económico internacional es injusto y excluyente”, dijo Castro, quien este lunes asumirá la presidencia pro témpore de la Celac de manos de Chile.
“La existencia de la Celac nos permitió encarar los desafíos del 2012 con más conciencia de quiénes somos y hacia dónde vamos en medio de circunstancias convulsas y complejas”, declaró.
A su juicio, la Celac, nacida en diciembre de 2011 en Caracas, representa el camino hacia “el ideal de una América Latina diversa, pero unida en un espacio común de independencia y soberanía política”.
En un discurso de 25 minutos, Castro exigió además que se reconozca la soberanía argentina sobre las islas Malvinas, respaldó la expulsión de Paraguay de la Unasur y abogó por la inclusión de Puerto Rico en la Celac.
También lamentó la persistente pobreza en la región, frente a la cual la Celac, dijo, “está en condiciones de trazar su propio concepto de cooperación, adaptado a nuestras realidades y a las mejores experiencias de la última década”.
Frente a la amenaza de la droga, Castro advirtió de que la pena de muerte, aunque actualmente suspendida, sigue vigente en su país y que si fuera necesario la aplicaría para combatir el narcotráfico, aunque subrayó que en Cuba “no hay ni habrá droga”.
“(Hace tiempo) tomamos una decisión: vamos a combatir la droga que nos está empezando a amenazar a sangre y fuego”, declaró Castro, quien dijo que Estados Unidos tiene responsabilidad en este asunto y lamentó la “marea nefasta” que el tráfico de drogas ha llevado hasta México y Centroamérica.
“Nuestras leyes permiten la pena de muerte, está suspendida, pero ahí está, de reserva, porque una vez la suspendimos y lo único que hicimos con ello fue estimular las agresiones y los sabotajes contra mi país a lo largo de estos 50 años”, advirtió Castro.
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