Ana Rodríguez Brazón
Las cloacas de los barrios Bicentenario I, II y III se encuentran desbordadas desde hace más de dos años, el colapso de las redes de la zona ha generado molestia y descontento en sus habitantes quienes a diario deben lidiar con los malos olores, las moscas y la maleza que entorpece las vías. Las aguas residuales recorren las tres comunidades, penetrando en algunos casos los hogares de las familias residentes.
Aunado a los botes, los zancudos rondan constantemente la zona, pues, las tuberías de aguas blancas han comenzado a generar filtraciones, empozándose el líquido, siendo posibles focos para brotes de dengue.
Las zonas más críticas son las calles San Rafael y San Miguel del Bicentenario II, donde las personas han construido muros de cemento en las entradas de sus casas para evitar que el agua siga llegando hasta ellas, ya que cuando llueve los niveles aumentan y es casi imposible impedir que el agua entre.
A pesar de las denuncias dirigidas ante la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro), los vecinos lamentaron la incompetencia del organismo para solventar los botes, sienten que son engañados cada vez que emiten una solicitud de reparación.
Los afectados no sólo han visitado las oficinas de Hidrocentro, también han puesto sus quejas ante La Fundación para el Mejoramiento Industrial y Sanitario de Valencia (Funval) y la Gobernación de Carabobo, pero ninguna de las instituciones ha brindado respuestas certeras.
Nelly Barrera comentó que la semana pasada acudieron a Funval y les dijeron que volvieran después. “Cuando regresamos ni siquiera nos atendió la misma persona, con decirnos que no hay presupuesto creen que se resuelve todo, de verdad nos sentimos engañados, sin soluciones”.
En el sector hay muchos niños, por eso, los padres temen que se desate una epidemia que ponga en riesgo la salud de los infantes. Adalicia Raad precisó que el bote tiene dos años y cuatro meses. “A diario tenemos que mojarnos los pies para llevar a nuestros hijos a la escuela, estamos cansados de vivir así, queremos respuestas. Como madre hago un llamado de corazón al gobernador para que nos ayude”.
Con lágrimas en los ojos, Raad pidió que cesen las mentiras por parte de las instituciones gubernamentales. “No queremos más mentiras, no nos merecemos una calle llena de excrementos, también somos seres humanos y merecemos vivir decentemente”.
Aída González afirmó que algunos niños han sido víctimas de infecciones y alergias. Fiebre y otros síntomas han presentado recién nacidos de la comunidad. González dijo que las cañerías de las residencias se están comenzando a desbordar, lo que preocupa aún más a los afectados.
En la calle Carabobo del Bicentenario III, los vecinos decidieron trancar la vía con cauchos y escombros para que los carros no caigan en las bateas que comienzan a formarse producto de los brotes. María Tovar lamentó que Hidrocentro no haya realizado los trabajos correspondientes, ya que el Instituto Autónomo de Vialidad (Iamvial) asfaltó buena parte del sector pero no pudo culminar por el brote.
Según testimonio de los vecinos el colapso de las tres comunidades se generó en el barrio Bicentenario I y de allí, los brotes posteriores. Alí Baute dijo que las personas de la comunidad ya no saben qué medidas tomar para que la empresa estatal se aboque a enmendar las redes.
La secretaria general de Vivienda de la Junta de Andalucía (España), Amanda Meyer, se sumó a la
