Pese a que Venezuela ha sido la nación que más procesos electorales ha celebrado en América Latina y el Caribe, la oposición venezolana y la ultraderecha han orquestado una campaña, utilizando como plataforma la Unión Europea, para hacer creer que en el país se vulneran los derechos civiles y electorales de los ciudadanos, comenta el eurodiputado de Izquierda Unida, Willy Meyer.
Entrevistado en el programa La Noche, del canal colombiano NTN24, el Vicepresidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, aseguró que todo forma parte de los intentos desesperados de una oposición “que no sabe qué hacer para poder disputar democráticamente el voto al Presidente Hugo Chávez”.
Batalla, consideró, que no tiene lugar frente a un contendor que puso los recursos naturales del país al servicio de las mayorías, del interés general, y no bajo el dominio de una minoría que durante años se enriqueció con la comercialización del petróleo y otros minerales en detrimento del empobrecimiento de las grandes mayorías.
A propósito de esto, Meyer hizo alusión a la reciente participación del presidente de Radio Caracas Televisión, Marcel Granier, en una sesión del Parlamento Europeo, testimonio que fue aupado por el Partido Popular Europeo pese a la objeción de la mayoría de los grupos parlamentarios que hacen vida en la Subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocamara.
De los 10 minutos 30 segundos que duró su intervención, sólo 30 segundos fueron empleados por Granier para intentar explicar que en Venezuela no hay libertad de prensa, mientras el resto lo dedicó para señalar la necesidad de un cambio en su país, al mejor estilo de un mitin político.
La exposición de este representante de la derecha venezolana, calificada por Meyer como un acto electoral, a su juicio no tuvo ningún impacto en la Cámara y el Parlamento Europeo, ni en Venezuela.
Uno de los principales problemas de la oposición venezolana es su falta de articulación, frente a esto los medios de comunicación privado han fungidos como articuladores de una propuesta política y ese es el caso de RCTV, que tuvo una participación activa en el golpe de Estado de abril de 2002.
“Que un medio de comunicación participe en un golpe y siga emitiendo eso solamente pasa en Venezuela, yo, desde luego si fuera Presidente de Venezuela, y no lo soy, no hubiera consentido que ningún medio que hubiese participado en un golpe continuará transmitiendo su señal.”
Contrario a lo que intentar hacer creer la derecha, la libertad de información en Venezuela raya en el insulto, muchas de las publicaciones de medios impresos venezolanos que hoy circulan libremente en Europa serían “rápidamente clausuradas”.
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