Caracas, 04 Oct. AVN.- En los primeros días de octubre de cada año el llamado Cordonazo de San Francisco baña Caracas con una intensa lluvia. Este jueves, el santo sacudió las nubes, como reza la tradición, para bendecir el cierre de campaña de Hugo Chávez, quien convocó al pueblo a votar el domingo 7 desde muy temprano para garantizar la victoria popular y la vida de la Patria.
"Hemos sido bañados por el agua bendita del cordonazo de San Francisco", dijo el candidato socialista desde la avenida Bolívar, una de las siete vías caraqueñas que plenó la "avalancha bolivariana" a tres días de las elecciones presidenciales.
Chávez puntualizó que en estos comicios "está en juego la vida de Venezuela", y reafirmó su confianza en que el país continuará por la senda de la Revolución Bolivariana.
"En nuestras manos no se va a perder la vida de la patria, estoy completamente seguro", expresó. "Yo seguiré con ustedes, mi próximo Gobierno comienza el próximo lunes 8 de octubre".
El aspirante socialista destacó que en los últimos años su revolución salvó la patria y echó las bases del futuro. "Venezuela era un país hambriento. Hoy ya no hay hambre en Venezuela".
"Aquí hace veinte años había hambre, pobreza y miseria", recordó y apuntó que en apenas diez años su gestión bajó la pobreza en más de la mitad, el desempleo pasó de 20% a 7% y logró llevar al país al quinto lugar mundial en cuanto a matrícula universitaria.
Dijo que en su próximo período de seis años la miseria llegará a cero, que cada familia venezolana tendrá una vivienda digna, que en 2019 no habrá ni un desempleado y que creará más de diez universidades, la cuales se sumarán a las 22 que han nacido durante su gobierno.
"Dentro de seis años debemos estar en primer lugar en el mundo en educación, salud, vivienda, alimentación, trabajo (...) Por eso estamos hablando de que la vida de la patria es lo que está en juego", sentenció en referencia a su señalamiento de que en estos comicios el país decidirá entre seguir la senda de la Revolución Bolivariana y la propuesta de la derecha.
Alertó que un gobierno del "majunche" -término que en Venezuela se usa popularmente para referirse a algo de poca calidad y que se le endilgó durante la campaña al aspirante de la derecha Henrique Capriles- acabaría con los programas sociales de salud, alimentación y educación.
El candidato socialista instó a los revolucionarios a votar desde temprano para que "ya al mediodía la victoria de Chávez sea incuestionable", y a estar listos, después de sufragar, "para defender la victoria del pueblo ante cualquier pretensión de la burguesía" de desconocerla.
Un pueblo preparado para triunfar
La intensa lluvia característica del llamado Cordonazo de San Francisco no mermó la presencia de miles de venezolanos, seguidores del líder de la Revolución Bolivariana, en siete de las principales avenidas de la capital: Bolívar, Universidad, México, Lecuna, Fuerzas Armadas, Urdaneta y Baralt.
Vistiendo una camisa azul marino completamente empapada, Chávez saludó desde la tarima dispuesta en la Bolívar a un pueblo emocionado por ver a su líder. Fue presentado por José Vicente Rangel, un experimentado político de izquierda en Venezuela, periodista y exvicepresidente durante el Gobierno socialista.
Cantando el Himno Nacional junto con su gente, Chávez inició su discurso, que duró media hora. "Las circunstancias me obligan a ser breve", dijo en alusión al "palo de agua", como se conoce en Venezuela a un fuerte aguacero.
"Todo el mundo a votar por Chávez el 7 de octubre", exclamó y confió en que el pueblo le dará "una paliza a la burguesía". "Va a ser una gran victoria, la victoria bolivariana, la victoria popular".
Reiteró que "hay un solo grito que se oye por toda Venezuela: Gana Chávez el 7 de octubre, porque Chávez son ustedes, Chávez es la patria, Chávez es el futuro, Chávez es la alegría".
A Capriles lo calificó como el candidato "adeco y copeyano", en alusión a los desprestigiados partidos Acción Democrática y Copei, así como el representante del "paquetazo" neoliberal, de los grandes ricachones, de los corruptos, de los enormes negocios.
El líder bolivariano resaltó que la batalla que se salda este 7 de octubre tiene más de 500 años, desde la llegada del imperio español a tierras venezolanas. "Aquí estamos los hijos de Guaicaipuro", dijo en referencia al cacique indígena, y añadió que son también los descendientes de Bolívar, de los patriotas de la independencia y del Caracazo –la revuelta popular que se desató en el país en 1989 en contra de las medidas económicas neoliberales-.
"Nosotros somos los del 4 de febrero, carajo. Los del 27 de noviembre", agregó en alusión a las rebeliones cívico-militares que hubo en la nación en 1992.
En medio del discurso, y tras cantar junto con su pueblo parte del emotivo tema "Venezuela", Chávez dijo que gracias a Dios y al pueblo heroico de Bolívar, Venezuela "resucitó de entre los muertos y hoy vive la patria, y por nada vamos a permitir que vuelvan a aniquilarla. Eso es lo que está en juego el 7 de octubre. Nos estamos jugando la vida de Venezuela".
Recibió un contundente "no" como respuesta cuando preguntó: "¿Acaso le falló Chávez a ustedes el 4 de febrero? (..) ¿Acaso Chávez siendo presidente se vendió a la burguesía o se dejó doblegar por el imperialismo?". "Seré fiel siempre al pueblo de Venezuela", dijo antes de celebrar la manera en que finaliza su campaña por la presidencia.
"Estamos cerrando campaña de esta manera esplendorosa, desbordada de amor, de patria, de alegría, en Caracas, la cuna de Bolívar".
Tras el discurso, Chávez inició un recorrido por las otras seis avenidas caraqueñas abarrotadas este jueves por el pueblo que lo apoya.
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