Edward Snowden, el excontratista de la CIA retenido en la zona de tránsito internacional del aeropuerto de Sheremétievo, no ha recibido aún, pero puede recibir en cualquier momento la documentación temporal del Servicio Federal de Migración de Rusia (SFM) que le permitirá abandonar su actual paradero, según manifestó este martes a este periódico Anatoli Kucherena, el experimentado abogado que le asiste en materia de legislación rusa.
El analista informático, que trabajaba para la Agencia Nacional de Seguridad, denunció el espionaje electrónico masivo de EEUU y llegó a Moscú el 23 de junio procedente de Hong Kong con la intención de proseguir viaje. Sin embargo, el norteamericano se vio obligado a permanecer en la zona de tránsito de Sheremétievo, porque EE UU anuló su pasaporte.
El 16 de julio, con ayuda de Kucherena, Snowden formalizó su petición de asilo ante un funcionario del SFM que se trasladó especialmente al aeropuerto. Normalmente, el SFM suele tardar unos siete días en emitir un pase provisional para los solicitantes de asilo en tanto se decide definitivamente sobre sus casos, para lo que hay un plazo de tres meses. A mediodía del martes, una portavoz de prensa del SFE dijo no tener aún información sobre el tema.
“Esperamos. Puede ser cosa de días”, afirmó Kucherena, quien admitió que el documento puede ser facilitado “en cualquier momento”, en los próximos días e incluso este martes. Con su pase temporal, Snowden podrá teóricamente desplazarse con libertad por Moscú o por otras zonas de Rusia siempre que cumpla con la obligación legal de registrarse. Sin embargo, “hay que tener en cuenta su seguridad”, afirmó el abogado, indicando que, por estas razones, tal vez no sea fácil relacionarse con su cliente cuando abandone el circuito en el que se encuentra desde el 23 de junio.
Snowden tiene ofertas de asilo de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, sin embargo ante estas opciones se plantean dos problemas: el primero es cómo desplazarse a cualquiera de esos destinos, algo que es especialmente actual a la vista de la arbitraria manera en que fue tratado el avión en el que viajaba el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando volvía desde Moscú a su país. El segundo problema en qué medida estará garantizada realmente su seguridad, si Snowden se decide a viajar a Latinoamérica.
El presidente Vladímir Putin ha puesto como condición a Snowden para quedarse que no debe mantener actividades antinorteamericanas en Rusia, y Snowden ha aceptado. Para Snowden, Moscú era inicialmente era una escala hacia otro destino, pero la situación se ha complicado, aunque el asilo temporal le daría un margen para explorar opciones. El asilo temporal se concede por “razones humanitarias” a personas que huyen de conflictos que ponen en peligro su vida, como la guerra civil de Siria, por ejemplo, y no implica que el solicitante esté “personalmente” perseguido.
La presencia de Snowden en Moscú gravita sobre las relaciones ruso-norteamericanas y pone en peligro la cumbre que el presidente Barack Obama debe mantener con su colega Vladímir Putin el próximo septiembre al filo de la cumbre de jefes de Estado del G-20 que se celebra a principios de septiembre en San Petersburgo. En Washington, una representante del Departamento de Estado manifestó que EE UU continúan manteniendo conversaciones con Rusia sobre la extradición de Snowden y afirmó que Moscú tiene todavía posibilidades de “actuar correctamente” y devolverlo a EE UU para que responda ante la ley de aquel país.
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