En 1897 Venezuela y el Reino Unido firman el Tratado de Washington por el cual se comprometían a resolver los límites en la Guayana Británica mediante un arbitraje internacional.
De acuerdo a tal arbitraje se estableció el Laudo de París de 1899, que dictó su fallo a favor de Gran Bretaña, legalizando el despojo de que fue objeto nuestra patria. A la línea divisoria se añadieron otros 25.000 Kilómetros cuadrados para completar 159.500 Km² de usurpación.
Las protestas venezolanas, con irrefutables argumentos documentales, históricos y jurídicos, no detuvieron las pretensiones inglesas cuyo evidente objetivo fue apoderarse de las bocas del Orinoco y reclamar el derecho a navegar libremente por el río para controlarlo comercial y militarmente.
De acuerdo a tal arbitraje se estableció el Laudo de París de 1899, que dictó su fallo a favor de Gran Bretaña, legalizando el despojo de que fue objeto nuestra patria. A la línea divisoria se añadieron otros 25.000 Kilómetros cuadrados para completar 159.500 Km² de usurpación.
Las protestas venezolanas, con irrefutables argumentos documentales, históricos y jurídicos, no detuvieron las pretensiones inglesas cuyo evidente objetivo fue apoderarse de las bocas del Orinoco y reclamar el derecho a navegar libremente por el río para controlarlo comercial y militarmente.