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martes, 9 de octubre de 2012

Botes de aguas residuales daña calles en Flor Amarillo


 Ana Rodríguez Brazón
La calle Hermógenes López de Las Palmitas, en la parroquia Rafael Urdaneta, se ha convertido en un río de aguas residuales, perjudicando la clientela de los establecimientos cercanos. Desde que se inició la temporada de lluvias, la cloaca se ha desbordado en distintas oportunidades. 
Los olores nauseabundos son insoportables, la mayoría de las personas que transita debe taparse la nariz, muchos lo hacen para evitar las náuseas, que en muchos casos no pueden impedir, dijeron pasajeros de colectivos, quienes por las colas permanecen largos períodos en el lugar  
Moradores comentaron que los trabajadores de la Compañía Anónima Hidrológica del Centro (Hidrocentro) han intentado reparar el bote en dos oportunidades, pero la magnitud del colapso ha impedido culminar cualquier reparación, exigieron al organismo les brinde una pronta solución. 
Juan Sáenz, comerciante, comentó que ese bote tiene más de una semana. “Hidrocentro alega que es muy fuerte y por eso no lo han podido arreglar. Con ese derrame la clientela ha disminuido, porque nadie quiere pasar por aquí, además, eso trae cucarachas, chiripas y toda clase de insectos”. 
Para pasar de una acera a otra las personas se las ingenian, todo con el objetivo de no mojarse con el agua. “Hace poco tuvimos que hacer un camino de gaveras para que mujeres y niños pudieran pasar de un extremo a otro. No es posible que se presente este tipo de situaciones”, criticó Cándido Carusí. 
El desbordamiento no sólo mantiene descontentos a los habitantes y comerciantes, la situación va más allá de los malos olores y la incomodidad de circular por el tramo, dijeron los denunciantes, quienes se quejaron de que el líquido estaba rompiendo las calles, en especial la entrada de Los Bucares. 
Carmen Lobo, vecina, comentó que “se ha formado un enorme hueco, tanto que un autobús cayó en él y fue bastante difícil sacarlo. Esta situación es desagradable ni siquiera podemos pasar sin llenarnos de esa agua putrefacta”. 
Otros afectados destacaron que es la primera vez que la cloaca llega hasta la comunidad de Los Bucares. Están sorprendidos del hecho, y en especial del deterioro que está generando el derrame.   
Algunos trabajadores reseñaron que han comenzado ha padecer alergias y problemas respiratorios, la permanencia en el lugar los expone a diario a los gases de las aguas residuales. 
Lobo agregó que los aguaceros hacen la calle intransitable, pues el agua aumenta considerablemente de nivel, los carros salpican a las personas y se congestiona toda la vía. “Si una gota de ese líquido le cae a una persona en la piel, de inmediato le comienza a picar, por eso estamos preocupados por la salud de los niños”.