En 1886, muere en Caracas la negra Matea, encargada de la crianza de El Libertador.
Siendo niña fue a vivir al hato El Totumo, propiedad de la familia Bolívar, ubicado en San Mateo. Allí vivió toda su juventud encargándose de las labores de la hacienda. Cuando nació Simón Bolívar se convirtió en su aya y compañera de juegos, cuidándolo y encargándose de su crianza. Presenció el ataque de las tropas realistas comandadas por Boves y el sacrificio de Antonio Ricaurte en el ingenio de la familia Bolívar en vísperas de la Independencia.
En 1821 se traslada a la vivienda de María Antonia Bolívar en Caracas. A los 103 años de edad fue invitada por el general Antonio Guzmán Blanco al Panteón Nacional para rendir honores al sarcófago del Libertador. Muere a los 110 años. Sus restos reposan en la cripta familiar de los Bolívar ubicada en la catedral de Caracas.
Siendo niña fue a vivir al hato El Totumo, propiedad de la familia Bolívar, ubicado en San Mateo. Allí vivió toda su juventud encargándose de las labores de la hacienda. Cuando nació Simón Bolívar se convirtió en su aya y compañera de juegos, cuidándolo y encargándose de su crianza. Presenció el ataque de las tropas realistas comandadas por Boves y el sacrificio de Antonio Ricaurte en el ingenio de la familia Bolívar en vísperas de la Independencia.
En 1821 se traslada a la vivienda de María Antonia Bolívar en Caracas. A los 103 años de edad fue invitada por el general Antonio Guzmán Blanco al Panteón Nacional para rendir honores al sarcófago del Libertador. Muere a los 110 años. Sus restos reposan en la cripta familiar de los Bolívar ubicada en la catedral de Caracas.