El analista político Santiago Rodríguez considera que la mayoría de los candidatos a gobernador inscritos a última hora, son partidarios de coaliciones con el oficialismo que está tomando previsiones para que no vuelva a ocurrir lo sucedido en las elecciones presidenciales del 7 de octubre. “En esa oportunidad se lanzaron diversos candidatos que después retiraron sus tarjetas, por lo cual se perdieron alrededor de 300 mil votos. Fue una votación significativa, si tomamos en cuenta que la diferencia entre Chávez y Capriles fue del 10 por ciento”.
La estrategia puede estar dirigida a dispersar votos, mediante acuerdos que se efectuarían con el PSUV, para restarle votos a Henrique Fernando Salas e impedir lo que sucedió en 2008, cuando el gobernador en ejercicio Luis Felipe Acosta Carles le quitó un numero considerable de votos al candidato oficialista Mario Silva.
Santiago Rodríguez observa, además, que los aspirantes a gobernador vinculados a la oposición posiblemente se inscribieron después de no lograr acuerdos con la Mesa de la Unidad, para luego llegar a acuerdos que permitan tener participación en el próximo gobierno. “El PSUV ha demostrado que en Carabobo tiene una maquinaria eficiente, por lo cual estimula la proliferación de aspirantes a la gobernación. “Pero en este estado es imposible que no haya una polarización entre Henrique Fernando Salas y Francisco Ameliach”.
AD CONSIDERA
Rubén Limas, secretario general de Acción Democratica en Carabobo, declaró que la presencia de tantos candidatos para las elecciones de gobernador, forma parte del folklore político, porque ellos mismos saben que no tienen ninguna oportunidad de ganar.
Limas afirma también que por muchas candidaturas inscritas, a última hora, estas elecciones estarán polarizadas entre Henrique Fernando Salas y Francisco Ameliach. “Las demás son simbólicas o estrategias del oficialismo, difícil de imponerse al espíritu de unidad que ha logrado la MUD para que el gobernador Salas continúe ejerciendo su cargo durante un nuevo período”.