28 de Abril.- Destruir el sistema electoral venezolano es el objetivo de la derecha venezolana al desconocer los resultados que el Consejo Nacional Electoral anunció el pasado 14 de abril, jornada histórica en la cual resultó vencedor Nicolás Maduro, así lo sostuvo Isaías Rodríguez, embajador de Venezuela en Italia.
"De nada ha servido que la oposición haya aceptado los resultados del Consejo Nacional Electoral, CNE, cuando les fueron favorables. Eso es una cosa. Otra, destruir el sistema electoral venezolano", manifestó en su columna de opinión.
Advirtió que otro objetivo "es crear incertidumbre y evitar la consolidación del nuevo Gobierno. Tratan de hacer ver que el ganador está 'cuestionado' y que quien ha perdido 'representa' la voluntad popular".
Rodríguez señala también que los sectores adversos a la Revolución Bolivariana se envalentonaron, pues "el triunfo de Nicolás Maduro, por un margen menor del esperado, ilusionó a los opositores".
En el texto, admitió que sin el carisma y verbo de líder revolucionario Hugo Chávez los resultados fueron diferentes, en alusión a la ventaja que Maduro le sacó al candidato derrotado Henrique Capriles Radonski, que al final fue de 273.056 votos, según lo reportado por Poder Electoral.
El embajador denunció que la derecha venezolana tiene "14 años minando la credibilidad en Venezuela". A su juicio, "de nada ha servido que la oposición haya confiado en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Y haya utilizado la institución para garantizar que no haya trampa entre majunches".
Opinó que desacreditar la labor del árbitro electoral "equivale a cuestionar todo el sistema institucional venezolano. La independencia de los Poderes Públicos y especialmente la del Poder Electoral".
El exfiscal de la República reiteró que las grandes empresas privadas cumplieron con su plan del "no reconocimiento" y promovieron la ola de violencia que cobró la vida de inocentes.
Rodríguez recalcó que ese plan desastabilizador estaba anunciado. "Mucho más, si el margen era menor que los anteriores. Chávez siempre lo denunció. ¡Vamos a ganar por nockout!, expresaba. Y eso quería decir "con suficiente ventaja". Chávez sabía que cantarían ¡fraude! y que siempre tendrían a mano la tentativa del golpe. Por eso insistía: ¡No se confíen! ¡Hay que ganar por nockout! Y aun cuando les ganaba con amplitud, no cesaban de repetir que era fraude".
Responsabilizó al sector opositor por generar caos y violencia en el país. "Las corporaciones privadas debían dar su aporte. Bombardear el sentido común era su parte. Y lo hicieron bien. Lograron nueve muertes y mas de 120 heridos. Consiguieron quemar varias casas y destruir algunos centros de salud", precisó.
El embajador venezolano en Italia culminó su escrito con una reflexión, en la cual concluye que el ataque a la institucionalidad de Venezuela representa un pase de factura de las grandes élites acostumbradas a pisotear a América Latina.
"La historia de América Latina hasta que ganó Hugo Chávez, era recurrente. Las élites ganaban las elecciones por las buenas o por las malas. Chávez y la Revolución Bolivariana le torcieron el brazo al imperio y el virus se extendió. Eso es lo que nos cobran", finalizó.
"De nada ha servido que la oposición haya aceptado los resultados del Consejo Nacional Electoral, CNE, cuando les fueron favorables. Eso es una cosa. Otra, destruir el sistema electoral venezolano", manifestó en su columna de opinión.
Advirtió que otro objetivo "es crear incertidumbre y evitar la consolidación del nuevo Gobierno. Tratan de hacer ver que el ganador está 'cuestionado' y que quien ha perdido 'representa' la voluntad popular".
Rodríguez señala también que los sectores adversos a la Revolución Bolivariana se envalentonaron, pues "el triunfo de Nicolás Maduro, por un margen menor del esperado, ilusionó a los opositores".
En el texto, admitió que sin el carisma y verbo de líder revolucionario Hugo Chávez los resultados fueron diferentes, en alusión a la ventaja que Maduro le sacó al candidato derrotado Henrique Capriles Radonski, que al final fue de 273.056 votos, según lo reportado por Poder Electoral.
El embajador denunció que la derecha venezolana tiene "14 años minando la credibilidad en Venezuela". A su juicio, "de nada ha servido que la oposición haya confiado en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Y haya utilizado la institución para garantizar que no haya trampa entre majunches".
Opinó que desacreditar la labor del árbitro electoral "equivale a cuestionar todo el sistema institucional venezolano. La independencia de los Poderes Públicos y especialmente la del Poder Electoral".
El exfiscal de la República reiteró que las grandes empresas privadas cumplieron con su plan del "no reconocimiento" y promovieron la ola de violencia que cobró la vida de inocentes.
Rodríguez recalcó que ese plan desastabilizador estaba anunciado. "Mucho más, si el margen era menor que los anteriores. Chávez siempre lo denunció. ¡Vamos a ganar por nockout!, expresaba. Y eso quería decir "con suficiente ventaja". Chávez sabía que cantarían ¡fraude! y que siempre tendrían a mano la tentativa del golpe. Por eso insistía: ¡No se confíen! ¡Hay que ganar por nockout! Y aun cuando les ganaba con amplitud, no cesaban de repetir que era fraude".
Responsabilizó al sector opositor por generar caos y violencia en el país. "Las corporaciones privadas debían dar su aporte. Bombardear el sentido común era su parte. Y lo hicieron bien. Lograron nueve muertes y mas de 120 heridos. Consiguieron quemar varias casas y destruir algunos centros de salud", precisó.
El embajador venezolano en Italia culminó su escrito con una reflexión, en la cual concluye que el ataque a la institucionalidad de Venezuela representa un pase de factura de las grandes élites acostumbradas a pisotear a América Latina.
"La historia de América Latina hasta que ganó Hugo Chávez, era recurrente. Las élites ganaban las elecciones por las buenas o por las malas. Chávez y la Revolución Bolivariana le torcieron el brazo al imperio y el virus se extendió. Eso es lo que nos cobran", finalizó.