Radio Comunitaria Canaima
CARMEN CASTILLO
Parejo al éxito del presidente Maduro y a su equipo de gobierno, los venezolanos, principalmente familiares de las víctimas, exigen llevar a juicio penal hasta sus últimas consecuencias a los culpables de los recientes asesinatos ocurridos el 15-4-, instigados por el excandidato derrotado Capriles Radonski, quien, al cabo de su derrota electoral, llamó pública, directa y subliminalmente a su masa de electores a salir a las calles a “descargar su arrechera”.
El excandidato perdedor, por encima de sus deberes de ciudadano y de abogado incurre en delitos de la Ley contra Delincuencia Organizada, como la Insurrección contra los Poderes Nacionales y del Estado, tipificado en el art.145 del Código Penal, e Instigación a Delinquir en los arts. 283 y 285… la ignorancia de la ley no excusa de su incumplimiento.
El llamado del excandidato a irse a oficinas del CNE, fue ejecutado por sectores de oposición fanáticos envilecidos, claramente fascistas, que asesinaron a nueve venezolanos y dejaron heridos y violaciones a los DDHH al destrozar CDI, Mercal, Casas del PSUV, ataques a la policía y a medios comunitarios alternativos. Todo simultáneamente en varias regiones del país bajo la conducción de dirigentes de Voluntad Popular, Primero Justicia, con el silencio cómplice de los demás grupos opositores y la colaboración activa de medios y periodistas complaciendo a la oligarquía en consecuencia al imperio.
No se equivoca el presidente de la Comisión de Medios de la Asamblea Nacional, diputado Julio Chávez, al afirmar que es imperativo “actuar y aplicar todo el peso de la ley a los que convocaron a toda esta irracionalidad,” sería la única salida para acabar con la impunidad desde los hechos del 11 abril del 2002, cuando los cabecillas golpistas fueron declarados “inocentes preñados de buena intención.”
Son los mismos que hoy pretenden usar idénticos métodos fascistas contra el pueblo, pero bien saben que el Presidente Chávez conquisto la soberanía y protagonismo de los venezolanos que defenderemos con nuestra propia vida.