El gobierno venezolanó desmanteló a dos bandas de paramilitares que intentaban cometer magnicidio
Resumen Latinoamericano/Telesur - El ministro de Interior, Justicia y Paz venezolano, Miguel Rodríguez Torres, informó este lunes que según las investigaciones los dos grupos de paramilitares colombianos que fueron detenidos el pasado fin de semana iban a atentar contra la vida del presidente Nicolás Maduro.
“Hemos adelantado el trabajo de investigación y luego de algunos interrogatorios con integrantes de estos grupos, podemos presumir con mucha fuerza que ambos grupos intentaban llevar adelante operaciones de magnicidio y sicariato contra el presidente de la República, Nicolás Maduro, o algún otro integrantes del Gobierno Bolivariano”, informó Torres en una rueda de prensa.
Rodríguez Torres agregó que “el primer grupo fue atrapado en Coloncito, en el estado Táchira (occidente del país)”. Allí se capturaron a seis personas, todas de nacionalidad colombiana, pertenecen a la banda Los Rastrojos, "grupo vinculado al paramilitarismo colombiano".
A este grupo se le incautaron un fusil AK-47, dos pistolas, un revolver, una escopeta calibre doce, dos granadas de mano y cartuchos; además de dinero en efectivo, celulares y una motocicleta.
Tras los interrogatorios, se pudo conocer que "este grupo tenía previsto dirigirse a la capital para una misión que les sería informada al llegar a Caracas", precisó el titular de Justicia.
El segundo grupo de tres personas fue capturado en Guanare (capital de Portuguesa, oeste de Venezuela) y pertenecen a una banda que lidera José María Barrera, alias el Chepe Barrera, el jefe de las Autodefensas del Sur del Magdalena. Los detenidos habían adquirido "una hacienda para utilizarla como centro de entrenamiento".
A los paramilitares se les fue incautado "un fusil bullmaster de fabricación estadounidense, utilizado especialmente para sicariato y magnicidio, uniformes militares con toda la simbología del Ejército venezolano, una caja negra de un avión y partes de aviónicas de un tipo aparato que aún se desconoce"
El ministro de Interior y Justicia venezolano apuntó que se puede pensar que la caja negra "era para ser utilizada como parte de un falso positivo de un accidente aéreo".
Continuarán las investigaciones
El ministro de Interior, Justicia y Paz venezolano aseguró que aún cuando la extrema derecha se burle del tema, continuarán las investigaciones sobre la relación de estas detenciones y de la compra de los 18 aviones por parte de la oposición de ese país.
“Desde la derecha se va a minimizar la noticia o tomarlo como una burla. Si le sumamos a esto la denuncia de José Vicente Rangel (periodista venezolano) y la compra de 18 aviones, presumimos con fuerza hay un plan orquestándose desde Colombia contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro”, resaltó.
El ministro Rodríguez Torres aseguró que hay otro grupo de paramilitares desplegado en la ciudad de Caracas con "fusiles de francotiradores y armas largas". Aseguró que esperan dar con la banda en las próximas horas.
El general considera que la presencia de estos grupos tiene que ver con los intereses de desestabilización de la derecha venezolana.
"Hemos visto que han sido capaces de violar Embajadas (...), capaces de traer 150 paramilitares colombianos en el año 2004 (...), si han sido capaces de todo esto, le pusieron una bomba a un fiscal como Danilo Anderson, no nos extraña en lo absoluto que este plan tenga una finalidad política, desestabilizadora de la extrema derecha que vive soñando en una salida violenta" de una crisis que sólo es vista por ellos, aseguró.
"Hemos visto que han sido capaces de violar Embajadas (...), capaces de traer 150 paramilitares colombianos en el año 2004 (...), si han sido capaces de todo esto, le pusieron una bomba a un fiscal como Danilo Anderson, no nos extraña en lo absoluto que este plan tenga una finalidad política, desestabilizadora de la extrema derecha que vive soñando en una salida violenta" de una crisis que sólo es vista por ellos, aseguró.
La oposición se arma
El periodista y ex vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, afirmó que “venezolanos de la oposición” firmaron un contrato de compra de 18 aviones de guerra que serán llevados próximamente a una base militar de Estados Unidos en Colombia.
Rangel, quien entre 1999 y 2007 fue sucesivamente canciller, ministro de Defensa y vicepresidente del hoy fallecido presidente Hugo Chávez, sostuvo que los aviones llegarán a Colombia “a más tardar a principios del mes de noviembre de este año”.
El ex funcionario aseguró que la supuesta compra de los aviones fue pactada a fines de mayo pasado, en una reunión que un grupo de dirigentes opositores, a los que no identificó, mantuvo con ejecutivos de la industria aeronáutica militar en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
Según Rangel, los opositores “vieron algunos catálogos y optaron por un determinado modelo, firmaron contrato de compra a más tardar a principios del mes de noviembre de este año, por 18 aviones que serán ubicados en una base militar de Estados Unidos ubicada en Colombia”.
“Esta información no debe ser subestimada, dado el clima que actualmente existe de agresiones mediáticas y políticas contra Venezuela”, señaló Rangel durante su programa dominical en el canal privado Televén.
La denuncia tuvo lugar un día después de que el presidente Nicolás Maduro anunciara que convocó para el martes al Consejo de Estado, para que analice la relación entre Colombia y Venezuela, y produzca “un documento central” sobre el tema.
La relación entre Colombia y Venezuela, que se había normalizado a partir de la asunción del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en agosto de 2010, se tensó súbitamente el 29 de mayo.
Ese día, el líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski -quien cuestiona el resultado de las elecciones presidenciales de abril pasado- fue recibido en Bogotá por las más altas autoridades colombianas, incluido Santos.
Desde entonces, las principales figuras del gobierno venezolano sostuvieron que en la capital colombiana estaba fraguándose una conspiración para desestabilizar a Venezuela y atentar contra Maduro y el presidente del parlamento, Diosdado Cabello, lo que fue rechazado por las autoridades de Colombia.
En un acto público realizado ayer en Caracas, Capriles reclamó “un cambio democrático” y llamó a sus simpatizantes a dar “la estocada final” al gobierno, pero “siempre apegados a las leyes y a la Constitución”.
“Este es el momento de fortalecer nuestra organización para que se produzca un cambio democrático”, dijo.
“La estocada final que hay que darle a este gobierno es con más organización, mayor movilización, pero siempre apegados a las leyes y a la Constitución, porque los cambos que nosotros vamos a generar en el país no están fuera de la democracia sino, por el contrario, para tener más y mejor democracia”, advirtió Capriles.
El ex funcionario aseguró que la supuesta compra de los aviones fue pactada a fines de mayo pasado, en una reunión que un grupo de dirigentes opositores, a los que no identificó, mantuvo con ejecutivos de la industria aeronáutica militar en San Antonio, Texas, Estados Unidos.
Según Rangel, los opositores “vieron algunos catálogos y optaron por un determinado modelo, firmaron contrato de compra a más tardar a principios del mes de noviembre de este año, por 18 aviones que serán ubicados en una base militar de Estados Unidos ubicada en Colombia”.
“Esta información no debe ser subestimada, dado el clima que actualmente existe de agresiones mediáticas y políticas contra Venezuela”, señaló Rangel durante su programa dominical en el canal privado Televén.
La denuncia tuvo lugar un día después de que el presidente Nicolás Maduro anunciara que convocó para el martes al Consejo de Estado, para que analice la relación entre Colombia y Venezuela, y produzca “un documento central” sobre el tema.
La relación entre Colombia y Venezuela, que se había normalizado a partir de la asunción del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en agosto de 2010, se tensó súbitamente el 29 de mayo.
Ese día, el líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski -quien cuestiona el resultado de las elecciones presidenciales de abril pasado- fue recibido en Bogotá por las más altas autoridades colombianas, incluido Santos.
Desde entonces, las principales figuras del gobierno venezolano sostuvieron que en la capital colombiana estaba fraguándose una conspiración para desestabilizar a Venezuela y atentar contra Maduro y el presidente del parlamento, Diosdado Cabello, lo que fue rechazado por las autoridades de Colombia.
En un acto público realizado ayer en Caracas, Capriles reclamó “un cambio democrático” y llamó a sus simpatizantes a dar “la estocada final” al gobierno, pero “siempre apegados a las leyes y a la Constitución”.
“Este es el momento de fortalecer nuestra organización para que se produzca un cambio democrático”, dijo.
“La estocada final que hay que darle a este gobierno es con más organización, mayor movilización, pero siempre apegados a las leyes y a la Constitución, porque los cambos que nosotros vamos a generar en el país no están fuera de la democracia sino, por el contrario, para tener más y mejor democracia”, advirtió Capriles.