Ana Rodríguez Brazón
Entre palmas y aclamaciones Jesús fue recibido en Jerusalén por el pueblo judío. Sobre un asno, sinónimo de humildad, recorrió las calles entre la multitud que en ese momento lo aclamaba como hijo de Dios. Menos de una semana después, esa misma gente pediría su crucifixión.
Hoy los católicos siguen glorificando a Cristo como aquel día. Conocido como el Domingo de Ramos, la iglesia universal recuerda y hace presente ese momento trascendental en el que se vive una paradoja: luz y oscuridad, muerte y vida.
La liturgia inicia con la lectura de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Los creyentes que meditan la palabra, mantienen sus ramos en mano para que el padre los bendiga.
Entre cantos de alabanza, la asamblea festeja la presencia del ungido. Con expresiones como “hosanna al hijo de David” o “bendito el que viene en nombre del Señor”, los fieles afirman que continúan en presencia del Salvador.
Alegría antecede dolor
Al finalizar la procesión se lee el evangelio de Lucas. La proclamación tiene una característica particular, es leída por tres personas. El sacerdote junto a dos feligreses se encargan de narrar la pasión y muerte de Cristo.
Los presentes no sólo escuchan y reflexionan sino que participan con gestos corporales, como estar de pie o de rodillas.
En este episodio, cada hijo de Dios vive el padecimiento de Jesús, desde que es apresado en el monte de Olivos hasta que exhala su último aliento en el monte de La Calavera. Muchos siguieron a Cristo en su entrada en Jerusalén, pero fueron pocos los que lo acompañaron en su padecimiento.
¿Qué pasa con las palmas que sobran?
Los ramos que sobran son incinerados para ser utilizados el miércoles de ceniza del año siguiente, día que da inicio a la cuaresma, es decir los 40 días de preparación para la Semana Mayor y que tienen su culmen en el Triduo Pascual, pasión, muerte y resurrección, que son los días jueves, viernes y sábado respectivamente.
Al terminar la misa, las personas se llevan las palmas benditas a la casa. La costumbre es colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz, para recordar que Jesús es rey y que merece siempre la bienvenida.
Hay quienes erradamente hacen de esta costumbre una superstición. Piensan que por tener la palma, ladrones no entrarán o se irá la mala suerte, incluso hay fieles que consideran tiene fines mágicos.
Programación en Valencia
Lunes 25: Conmemoración de Jesús Atado a la Columna. A las 5:00 pm en la Catedral de Valencia se realizará misa y procesión.Martes 26: Desde la 4:00 pm la iglesia valenciana se congregará en el estadio José Bernardo Pérez en el famoso “Encuentro con Cristo”. Feligreses de todas las edades comparten su fe en diferentes actividades. Rezo del Vía crucis, oración, cantos y celebración de la eucaristía.Para quienes no puedan asistir, a las 5.00 pm en la catedral se conmemorará Jesús Humildad y Paciencia.Miércoles 27: Más de 60 parroquias de la Arquidiócesis de Valencia peregrinan junto al Nazareno. En procesión cientos de fieles piden milagros o dan gracias por los favores recibidos.A las 5:00 pm monseñor Reinaldo Del Prette, presidirá la misa en la catedral, para luego concluir con la procesión de la imagen del Nazareno.Jueves 28 : Este día comienza el Triduo Pascual. A las 9:00 am monseñor Del Prette presidirá la misa Crismal, donde se bendice los santos óleos, se consagra el crisma y el clero renueva sus promesas sacerdotales.A las 5:00 pm en la misa s conmemora la institución de la Eucaristía y el Sacerdocio. También se recuerda el mandato de Cristo sobre el Amor Fraterno.Viernes 29: Conmemoración de la pasión y muerte de Cristo y visita de los Siete Templos. A las 5:00 pm celebración litúrgica de la pasión. Este día no hay misa.Sábado 30: Con alegría y gozo Jesús resucita en los corazones del pueblo de Dios. A las 8:00 pm en la Catedral se llevará a cabo la solemne vigilia pascual, donde se bendice el fuego y el agua. Celebra monseñor Del Prette.
