El exjefe de seguridad de Álvaro Uribe, Mauricio Santoyo, es requerido por un juez de Virginia para responder por sus presuntos nexos con grupos paramilitares y narcotraficantes.
Un juez del Estado de Virginia, solicitó a las autoridades internacionales orden de captura contra el general (r) Mauricio Alfonso Santoyo, quien fuera jefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe, para responder por sus presuntos nexos con narcotraficantes y paramilitares de Colombia, con quienes habría colaborado en el envió de cocaína a Estados Unidos.
Según informaron fuentes judiciales de Colombia, la orden de captura será presentada en el Departamento de Estado de EE.UU., para que tramite la solicitud ante la Cancillería colombiana y la remita a la Fiscalía, quien la envía al Cuerpo Técnico de Investigación y finalmente a la Policía para que esta última notifique a Santoyo sobre su detención.
La justicia estadounidense ha logrado reunir varias pruebas en contra de Santoyo, entre ellas declaraciones del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, que muestran su responsabilidad en los delitos de tráfico de drogas, tras aceptar varios sobornos por parte de los narcotraficantes a cambio de información confidencial de las autoridades de EE.UU. para evitar su captura.
Igualmente, Santoyo es acusado por prestarse para entregar información confidencial que les permitía a grupos ilegales fraguar delitos como secuestro, homicidio y extorsión.
Según el fiscal del caso, Neil H. MacBride, los delitos fueron cometidos entre los años 2000 y 2008, periodo de tiempo en el cual se desempeñó como jefe de seguridad del expresidente de Colombia Álvaro Uribe (2002-2006).
El expresidente Uribe ha negado tener conocimiento de los movimientos de su jefe de seguridad y ha pedido colaborar con las autoridades estadounidenses.
Santoyo ya había sido investigado en el 2003 en Colombia, por intervenir de manera ilegal más de 2000 líneas telefónicas.
Según informaron fuentes judiciales de Colombia, la orden de captura será presentada en el Departamento de Estado de EE.UU., para que tramite la solicitud ante la Cancillería colombiana y la remita a la Fiscalía, quien la envía al Cuerpo Técnico de Investigación y finalmente a la Policía para que esta última notifique a Santoyo sobre su detención.
La justicia estadounidense ha logrado reunir varias pruebas en contra de Santoyo, entre ellas declaraciones del ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, que muestran su responsabilidad en los delitos de tráfico de drogas, tras aceptar varios sobornos por parte de los narcotraficantes a cambio de información confidencial de las autoridades de EE.UU. para evitar su captura.
Igualmente, Santoyo es acusado por prestarse para entregar información confidencial que les permitía a grupos ilegales fraguar delitos como secuestro, homicidio y extorsión.
Según el fiscal del caso, Neil H. MacBride, los delitos fueron cometidos entre los años 2000 y 2008, periodo de tiempo en el cual se desempeñó como jefe de seguridad del expresidente de Colombia Álvaro Uribe (2002-2006).
El expresidente Uribe ha negado tener conocimiento de los movimientos de su jefe de seguridad y ha pedido colaborar con las autoridades estadounidenses.
Santoyo ya había sido investigado en el 2003 en Colombia, por intervenir de manera ilegal más de 2000 líneas telefónicas.
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