El presidente Barack Obama rehusó pronunciarse sobre la salud de Hugo Chávez y subrayó que el futuro de la nación sudamericana debería ser decidido por sus ciudadanos, a escasos días de que el mandatario venezolano identificara públicamente a su favorito para reemplazarlo en el poder si el cáncer que padece lo incapacitara.
“Lo más importante es recordar que el futuro de Venezuela debería estar en las manos de los venezolanos”, dijo Obama durante una entrevista concedida a la filial de Univisión en Miami al responder a una pregunta sobre qué mensaje le gustaría ofrecer a los venezolanos residentes en Miami sobre la posibilidad de que Chávez abandone el poder.
Las leyes venezolanas estipulan que Chávez debe tomar posesión el 10 de enero en territorio venezolano para un nuevo sexenio, tras resultar vencedor en los comicios de octubre.
Si un presidente electo es declarado incapacitado por los legisladores y no puede prestar el juramento, el presidente de la Asamblea Nacional se hará cargo del gobierno de manera temporal y tendrá que convocar a una nueva elección presidencial que se celebrará dentro de los 30 días.
“Hemos visto de Chávez en el pasado políticas autoritarias y represión a la disidencia. No especularé sobre cuál es su condición médica, pero para lo que nuestra política está constantemente diseñada es para garantizar que tienes las voces de venezolanos comunes expresando que tienen libertad, que pueden si se esfuerzan para tener éxito en ese país”, indicó Obama durante la entrevista celebrada el jueves y cuya transcripción Univisión suministró el viernes.
Refiriéndose a la relación bilateral señaló que “quisiéramos ver una relación sólida entre ambos países, pero no vamos a cambiar las políticas que tienen como prioridad que haya libertad en Venezuela”.
Las misiones diplomáticas de Venezuela y Estados Unidos permanecen sin embajador desde que Caracas retiró en 2010 el placet concedido a Larry Palmer, quien dijo durante su proceso de confirmación en el Senado que la inteligencia cubana había infiltrado a las fuerzas de seguridad venezolanas.
Washington respondió solicitando al embajador venezolano Bernardo Alvarez que no volviera al puesto cuando hubiera concluido la pausa de diciembre.
Chávez se sometió esta semana en La Habana a una cuarta cirugía por la aparición de un cáncer en la zona pélvica, el cual no ha especificado.
El jefe de Estado venezolano interrumpió una estadía de varias semanas en Cuba para viajar a Caracas y anunciar el sábado por la noche que su favorito para reemplazarlo en el poder es su confidente, el vicepresidente Nicolás Maduro. Regresó a La Habana apenas horas más tarde.
El líder opositor Henrique Capriles interpretó el discurso de Chávez como un llamado a que Maduro gobierne el cuarto periodo que ganó Chávez en octubre y dijo que “en la constitución no se plantea la figura de la sucesión porque quien decide es el pueblo. Aquí en Venezuela cuando una persona se separa de su cargo la última palabra la tiene el pueblo porque estamos en Venezuela y no en Cuba. Aquí no se puede hablar de sucesores”.
Maduro dijo la víspera que Chávez evoluciona favorablemente a pesar de la hemorragia que presentó durante la operación e indicó que la “evolución favorable” del presidente permite prever “el diagnóstico de una recuperación creciente”.
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