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lunes, 20 de mayo de 2013

Discriminación en el transporte de Valencia denuncian usuarios


Ana Ramos
Cansados de empujones y desatención del servicio público, los estudiantes y personas de la tercera edad manifestaron su descontento por el maltrato de los que son víctimas diariamente por parte de conductores y colectores, que laboran en las unidades de transporte colectivos.  
Un estudiante de bachillerato explicó que ha vivido maltratos por parte de los colectores, “He intentado subir a autobuses, pero me dejan con la mano tendida porque no se paran”. Para el joven, el motivo es la cancelación del pasaje a dos bolívares, sin embargo dijo que esta situación ha disminuido en los últimos días. 
Otros de las denuncias es la imposibilidad de llevar bebidas al subir a la unidad colectiva, en algunos casos les exigen botar lo que consumen para poder hacer uso del transporte, aseguró una estudiante. Explicó que reciben regaños si extraen lápices de los bolsos, y les argumentan que es para evitar que rayen las unidades. 
Un joven comentó que se ha visto obligado a esperar más de una unidad colectiva, en vista de que los conductores optan por pararse cuando hay un grupo considerable de estudiantes. Los empujones son los más frecuentes. “Este trabajo le corresponde a los colectores para poder subir a la unidad mayor número de pasajeros”.
La tercera edad también es maltratada
Juana Rodríguez de 70 años de edad cancela su pasaje para evitar quejas de conductores y colectores. “Yo pago mi pasaje a pesar de que ya la ley me ampara, pero es mejor evitar que los colectores se molesten”. Aseguró que las unidades colectivas se encuentran en mal estado, por lo que sugirió la compra de más y mejores autobuses. 
En varias oportunidades Antonio Matute de 60 años, ha solicitado al prestador de servicio “la cola” cuando no tiene dinero para pagar. Calificó de pésimo la atención a la tercera edad, y lamentó que los trabajadores de este sector no recuerden que también llegarán a ancianos. 
La desconsideración es lo que observa Elizabeth Ramos en las unidades. Dijo que los choferes no esperan que los adultos mayores suban para arrancar. Aclaró que hay profesionales del volante que conservan el respeto hacia esa población. 
Ramos hizo un llamado a los usuarios a ser conscientes y ceder el puesto si ven a un abuelito o a una dama embarazada subir al transporte. La recién creada comisión de usuarios conformada por representantes de consejos comunales incorporó el maltrato de los estudiantes a su agenda para tratar de solventar la problemática.

jueves, 4 de abril de 2013

En Estados Unidos es ilegal alimentar a los pobres, le advirtieron a las misioneras


Ayuntamiento de Miami advierte a Misioneras de la Caridad de la ciudad que es ilegal alimentar a pobres.

AYUNTAMIENTO DE MIAMI ADVIERTE A MISIONERAS DE LA CARIDAD DE LA CIUDAD QUE ES ILEGAL ALIMENTAR A POBRES.

Credito: Archivo

03/03/13.-El ayuntamiento de la ciudad de Miami, en el estado de Florida, al sureste de Estados Unidos (EE.UU.), envió una notificación a las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta por alimentar diariamente a unas 300 personas pobres de la localidad, informó este miércoles la prensa internacional.

Un diario local fue el encargado de difundir íntegramente la notificación que tenía fecha del 20 de marzo pasado. En la notificación, las autoridades de la cuidad advirtieron a las religiosas que es ilegal alimentar a los pobres sin un permiso oficial.

Según la nota la ayuda ''se trata de un negocio sin las licencias requeridas y por lo tanto es ilegal bajo la ley estatal y local''. ''Tal reporte refleja esa ayuda como negocio y advierte la posibilidad de una multa de hasta 100 dólares diarios'', añade el documento.

El convento de las Misioneras de la Caridad se localiza cerca del hospital Jackson Memorial y de la Universidad de Miami, zona donde las monjas reparten a diario el alimento a los más necesitados.

Este hecho despertó la preocupación de las religiosas de esta orden debido a que la acción que ellas emprenden no es un negocio sino un acto de ayuda y caridad.

"Nosotras no estamos operando un negocio. Nuestro negocio es hacer el bien", aseguró a la prensa la superiora del convento, la hermana Lima Marie.

La monja preguntó además "¿qué estamos violando?", y señaló que la misión de esta congregación es la de "saciar la sed de Jesús en la Cruz mediante el trabajo por la salvación y santificación del alma".

El convento de las Misioneras de la Caridad se fundó 1950 con el objetivo de ayudar a los necesitados y en la actualidad la orden cuenta con 710 centros distribuidos en unas 133 naciones.