Caracas, 04 Junio 2013.- Diversos analistas colombianos han cuestionado al Presidente Juan Manuel Santos, por haber concedido una entrevista “privada” al ex candidato fascista de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski, ya que la misma no ameritaba poner en riesgo los intereses del Estado colombiano.
El analista colombiano Lisandro Duque Naranjo acusó al Presidente Santos de irresponsable, por subordinar causas menores a los intereses superiores del Estado.
“Con razón el gobierno de Maduro está ofendido. Pero también los colombianos ante la irresponsabilidad del señor Santos, quien se muestra tan capaz de tirarse en paro intereses superiores a cambio de una causa menor”, escribió Duque Naranjo este sábado en su columna del diario El Espectador.
Para Duque Naranjo, si bien Capriles tiene el derecho de visitar Colombia y reunirse con quien desee, el Presidente Santos debió calcular mejor su decisión de recibirlo, lo cual indicó que podría haber sido “ordenado” por el Vicepresidente de EEUU, Joe Biden, quien estuvo tres días antes en Bogotá.
“Capriles, desde luego, está en su derecho de visitar este país y de hablar con quien quiera, incluidos los del capitolio, pues el Congreso es de lavar y planchar. Pero ser recibido por el presidente de la República ya son palabras mayores, cuyos efectos debió calcular el anfitrión. Sobre todo si tres días antes estuvo en Bogotá el vicepresidente de EEUU, quien se pegó ese viaje a comprar flores, y tal vez a ordenar que se recibiera en palacio al excandidato”, advirtió.
Duque Naranjo también criticó a los medios de comunicación que han pretendido reivindicar el derecho de Santos a reunirse con Capriles, pero bajo argumentos débiles.
“A los que sí les han sobrado micrófonos ha sido a los de los noticieros, radiales y de los otros, muchos de los cuales reivindican el derecho del presidente a conversar con el excandidato venezolano, de igual manera, dicen, a como Chávez, en su momento, lo hizo con Iván Márquez en Miraflores. Pésima la comparación, pero al menos reconocen que el estatus de Capriles es el de enemigo activo de Nicolás Maduro. Y aunque olviden que el encuentro Márquez-Chávez tuvo lugar no solo bajo autorización, sino a pedido, del presidente de Colombia en ese instante, y para facilitar la gestión humanitaria de devolución de rehenes, por parte de las Farc, a Piedad Córdoba”, expresó categóricamente.
Por su parte, el catedrático de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo Jassir, afirmó que el Presidente Santos no pudo aguantar más la presión de sectores reaccionarios vinculados al ex presidente Álvaro Uribe que le exigían enfrentar al Presidente Maduro, lo que lo habría obligado a responder, aunque desconociendo que la situación entre Venezuela y el ex mandatario colombiano, no es un asunto de Estado.
“Algunos sectores de la dirigencia nacional, de los cuales depende su candidatura (o la de sus políticas como él lo ha expresado) le exigieron respaldo al ex mandatario. Claro está, desconociendo que los insultos entre Maduro y Uribe no debían ser un tema de Estado. Sin embargo, pudo más el ambiente nacional y, sobre todo, el cálculo político”, expresó el catedrático este sábado también en El Espectador.
En ello coincide la doctora en Ciencias Políticas y especialista en las relaciones bilaterales, Socorro Ramírez, cuando afirma que haber aceptado la reunión con Capriles fue un error del Presidente Santos, motivado por la presión de Uribe y la extrema derecha colombiana.
“En el error presidencial pesó la presión extrema que viene ejerciendo Uribe -que hace política con el tema-, pero también la opinión de otros sectores que han considerado que, ante la reñida definición de la elección de Maduro, Colombia no debió haber reconocido su gobierno de inmediato. Incluso se le ha pedido a la Canciller que renuncie, porque se considera inadecuado el diálogo fluido que ella ha podido mantener con el gobierno venezolano”, expreso la catedrática en entrevista realizada este sábado por el diario El Tiempo.
Estos cuestionamientos de expertos colombianos a la reunión Santos-Capriles, se suman a la postura del ex candidato Ernesto Samper, quien aseguró esta semana que nunca hubiera recibido a Capriles para evitar una tensión innecesaria entre ambos gobiernos.