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domingo, 16 de junio de 2013

Sociólogo Miguel Ángel Contreras: Venezuela es el laboratorio colectivo más importante del mundo

Miguel Ángel Contreras

MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS

Credito: Correo del Orinoco

16-06-13.-Venezuela es el laboratorio colectivo más importante en este momento en el mundo, y ello constituye un llamado de atención sobre el “papel que jugamos nosotros dentro de este laboratorio”, aseguró Miguel Ángel Contreras durante una charla dictada en los espacios de la Escuela Venezolana de Planificación, EVP.
Contreras, sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela, fue invitado a participar en los ciclos de charlas denominados “Nuevos movimientos y colectivos juveniles de Venezuela”, organizados por esta casa de altos estudios ubicada en La Rinconada, adscrita al Ministerio del Poder Popular de Planificación y dirigida por la profesora Elisenda Vila.
El docente no solo disertó sobre los colectivos, sus nuevas formas de lucha y retos, sino que se paseó por algunos aspectos del panorama mundial y el enfoque que ciertos estudiosos e intelectuales les han dado a las actuales circunstancias que vive el mundo, así como a los caminos futuros.
Contreras les dijo a los asistentes que se sentía sorprendido de que autores como Antonio Negri, en un contexto de crisis mundial y de búsqueda de nuevos horizontes, hayan dicho que “la altermodernidad, la alternativa a la modernidad, está en América latina, o sea que el proyecto común se puede construir solo desde América Latina”.
Contreras adujo que “hemos estado viendo en los últimos años el Socialismo del Siglo XXI, el buen vivir; hemos estado tratando de reivindicar el socialismo venezolano, el socialismo bolivariano, lo local como un tema central para pensar las alternativas. La alternativa no se puede pensar si no está bien localizada en el lugar donde estamos. No la podemos pensar como si estuviésemos en Europa o como si las tuviésemos en Estados Unidos, la tenemos que pensar desde Venezuela y Venezuela es hoy un potencial de cambio tremendo en las lógicas que están ocurriendo a escala global”.
Contreras se refirió a la grave situación que padecen las y los jóvenes en Estados Unidos y Europa, condenados a un futuro incierto, en contraste con lo que ocurre en América Latina.
“Los jóvenes en Estados Unidos y Europa pueden renunciar a estudiar porque así estudien van a ser desempleados; la lógica que opera en Europa y Estados Unidos es la de la exclusión directa de los sectores juveniles dentro de las transformaciones que están operando en estas sociedades”, refirió. En América Latina “está ocurriendo otra cosa”, alegó al respecto.

Declive de la izquierda

El ponente estimó que en los años 60 del siglo XX comenzó la consideración de que el antagonismo fundamental en las sociedades no es entre capital y trabajo, ya que surgieron nuevas formas sociales de conflictividad asociadas con los movimientos ecologistas, los feministas, los movimientos por los derechos sexuales y los derechos civiles, que no están en la esfera del antagonismo entre capital y trabajo.
Estas nuevas formas de conflictividad se acentuaron desde 1968, entre lo que Contreras denomina la “forma Estado” y la “forma partido” frente a los movimientos sociales que pasan a ocupar un papel central.
A partir de los 70 emergió una profusión importante de reflexiones, de teorías sobre el rol de los movimientos sociales opuestos a los partidos políticos.
“Hay un declive de los partidos comunistas”, sentencia el analista. “Hay un declive de los partidos de izquierda; eso se vincula directamente con la idea del fin de las ideologías, se vincula con otros conjunto de problemas medulares que están ocurriendo en ese momento, y aparecen los movimientos sociales como uno de los centros vitales de las nuevas formas de antagonismo y conflicto dentro de las sociedades”.
Vista desde una perspectiva eurocéntrica y estadounidense, Contreras refiere que la sociedad va pasando a una esfera que se denominó “posmaterial”, en la que el conflicto no se restringía a la pugna capital-trabajo, sino más bien a los ya mencionados, como la ecología y el feminismo. Contreras reflexiona sobre si estos movimientos sociales estaban en capacidad de modificar y transformar la sociedad como un todo.
La irrupción de nuevos movimientos sociales coincide con la crisis de los socialismos reales que afecta a la izquierda y el dilema de cuáles son sus horizontes de futuro, mientras que por otro lado se inicia la ofensiva neoliberal con el surgimiento de gobiernos conservadores como el de Ronald Reagan en Estado Unidos y Margaret Thatcher en Inglaterra. En el plano académico, Francis Fukuyama, profesor de a Universidad de Johns Hopkins expone su tesis del último hombre y del fin de la historia. Al desmembrarse la Unión Soviética, Fukuyama afirma que ya no hay ninguna posibilidad de que se supere la sociedad capitalista, porque el socialismo está en completo declive y a partir de ese momento todas las sociedades marchan hacia la democracia liberal y la economía de mercado.
“Entonces esa idea de Francis Fukuyama, la ideología neoliberal, neoconservadora, domina. Los partidos políticos de izquierda comienzan a debilitarse hasta tal punto que uno podría decir que perdieron completamente el horizonte; es decir, cuál es la idea horizonte, cuál es la sociedad que queremos nosotros transformar. De todas maneras, el papel de los movimientos sociales siguió siendo central”, sostiene Contreras.

Sociedad en movimiento

Asentado en el plano latinoamericano, el expositor se detuvo en lo que denominó la “memoria larga”, caracterizada por conflictos antañones vinculados con el proceso de conquista y colonización española, que tienen como protagonistas los movimientos indígenas y de los afrodecendientes. Señala el levantamiento indígena zapatista, liderado por el subcomandante Marcos en 1994, que tuvo resonancia internacional y que influyó en la convocatoria al primer congreso mundial contra el neoliberalismo en 1995.
Subcomandante Marcos
“Esa memoria larga comienza a operar sobre una superficie de triunfo del neoliberalismo pero también inmediatamente del rebasamiento del neoliberalismo. Allí comienzan a aparecer movimientos sociales de distintos tipos que no están circunscritos exactamente a la visiones europea y estadounidense sobre los movimientos sociales”, indicó Contreras.
En torno al caso venezolano, planteó que mucho antes de 1989 ya los movimientos estudiantiles -en el caso de Mérida en 1987 y 1988- protagonizaron manifestaciones y enfrentamientos para reclamar el pasaje preferencial estudiantil. Otro caso que llamó la atención pública fue la masacre de El Amparo (Apure), en el que un grupo de campesinos fue asesinado por cuerpos de seguridad del Estado, acusados de guerrilleros. Dos personas sobrevivieron y se supo la verdad.
Al comparar las luchas de los movimientos juveniles y estudiantiles latinoamericanos con las de Europa y Estado Unidos, a finales de los 80 y principios de los 90, sostiene que no ocurren en el punto “posmaterial”, como acontece en el norte, sino en el punto “material”. Eran luchas reivindicativas por el pasaje estudiantil, el comedor o los derechos sociales. Para Contreras estas reivindicaciones materiales reflejan las características de las sociedades latinoamericanas, dependientes del capitalismo periférico y sujetas a la división internacional del trabajo.
El pueblo se rebeló en El Caracazo
Explicó luego que El Caracazo” (rebelión popular de 1989 contra el paquete neoliberal) reunió movimientos de distintos tipos, como los juveniles que se venían formando en los 80.
“En este punto es importante destacar”, agregó el expositor, “que desde 1989 en adelante hay una sociedad que un autor inglés llama una ‘sociedad en movimiento’. Es decir, en Venezuela comienza a operar una sociedad en movimiento; se puede decir que comienza una corriente histórica que tiene su punto de inflexión con el Caracazo en 1989 y a partir de ahí se da todo lo que se ha llamado el ciclo de protesta en el que se reivindican los derechos sociales”.

Nuevo rumbo

Al referirse a los grupos de distintas zonas de Caracas, mencionó “El afinque de Marín”, un movimiento de resistencia, asociado con la música, en el sector de San Agustín. También está el caso de La Vega, con la tierra como eje central.
En la parroquia El Valle descolla el caso de Tiuna el Fuerte, movimiento artístico y musical que recoge una cantidad de expresiones y que desde su militancia revolucionaria ha logrado consolidar un espacio en El Valle.
Otro caso interesante se da en el 23 de Enero, que con su actitud militante es ubicado por Contreras como “el pulmón desde el punto de vista de la potencia de los movimientos juveniles. Allí está el tema de las radios, las luchas contra el narcotráficos, la lucha contra la delincuencia. En el 23 de enero, en la zona de Catia, es donde existe la mayor potencia para enfrentar los dilemas de este momento”.
De cara a los restos actuales y del futuro, Contreras visualiza dificultades en aquellos movimientos juveniles que no están arraigados territorialmente. Otro dilema que afrontan está asociado cpn la posible subordinación de su autonomía a la lógica del Estado que puede mediatizarlos.
En cuanto a los desafíos de los movimientos sociales, considera que de 2002 a 2005 se consolidó una lógica alrededor de la “sociedad en movimiento”, en 2005 funcionó la lógica de la “forma partido” y entre 2011 y todo 2012 retornó la “sociedad en movimiento”. De estas bases parten los desafíos para verdaderamente pensar en transformaciones globales que logren modificar el estado de cosas existentes .
En este segmento se refirió a una conferencia que dictó sobre el tema brasileño-venezolano, en la que sostuvo que, de acuerdo con los teóricos, globalmente opera una crisis hegemónica que no implica la muerte del capitalismo, porque lo único que se van a desplazar son las formas de acumulación de capital desde el Atlántico Norte hacia el sureste asiático .
“Entonces ahí no hay cambios sustantivos”, aseguró Contreras, “ya que el cambio simplemente es en la forma y el espacio donde van a ocurrir estas transformaciones. Es un cambio de hegemonía. Los Brics (Brasil, Rusia, India, China, Sudafrica) operan en esta dirección para fortalecer una transición hegemónica simplemente del Atlántico Norte hacia el sureste asiático, pero si nosotros pensamos que estamos en una crisis sistémica, estamos diciendo que América Latina representa la capacidad, la potencia para ir donde se están operando estas nuevas formas. Esa nueva alternativa está operando aquí en América Latina”.
Planteó que si Venezuela está inmersa en un laboratorio colectivo y hay tensiones sobre si se está en una crisis sistémica o hegemónica, esas tensiones pasan porque los sujetos de cambio no sean los empresarios, sino los indígenas, los afrodescendientes, la sexodiversidad. ¿Por qué? Porque operan desde lógicas que cuestionan la racionalidad, o las visiones lineales con las que opera la modernidad desde hace más de 500 años.
“La gran tarea nuestra es cómo construir un más allá, o tener una alternativa en esta dirección. Es cómo reivindicar el papel que cumplen centros de producción de conocimiento como la Escuela Venezolana de Planificación”, analizó. “El cambio opera en el campo del conocimiento, que significa actuar contra la descolonización, producir conocimiento que tenga que ver con nuestras propias realidades. También está el plano de los valores, cuáles son los valores, la axiología con la que estaríamos operando y cuál es el modelo político que nosotros refiguramos”, señaló.

sábado, 26 de enero de 2013

Cuba ha creado cuatro vacunas contra el cáncer


Credito: Aporrea.org








25 Ene. 2013 - Que Cuba haya desarrollado ya cuatro vacunas contra diferentes tipos de cáncer es sin duda una noticia importante para la Humanidad (1), si tenemos en cuenta que, según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren en el mundo, por esta enfermedad, cerca de 8 millones de personas (2). Sin embargo, los grandes medios internacionales la han ignorado casi por completo.
En 2012 Cuba patentaba la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón avanzado a nivel mundial, la CIMAVAX-EGF (3). Y en enero de 2013 se anunciaba la segunda, la llamada Racotumomab (4). Ensayos clínicos en 86 países demuestran que estas vacunas, aunque no curan la enfermedad, consiguen la reducción de los tumores y permiten una etapa estable de la enfermedad, aumentando esperanza y calidad de vida.
El Centro de Inmunología Molecular de La Habana, perteneciente al Estado cubano, es el creador de todas estas vacunas. Ya en 1985 desarrolló la vacuna de la meningitis B (5), única en el mundo, y más tarde otras, como las que combaten la hepatitis B o el dengue (6). Además, investiga desde hace años para desarrollar una vacuna contra el VIH-SIDA (7). Otro centro estatal cubano, los laboratorios LABIOFAM, desarrolla medicamentos homeopáticos también contra el cáncer: es el caso del VIDATOX, elaborado a partir del veneno del alacrán azul (8).
Cuba exporta estos fármacos a 26 países, y participa en empresas mixtas en China, Canadá y España (9). Todo esto rompe completamente un estereotipo muy extendido, reforzado por el silencio mediático acerca de los avances de Cuba y otros países del Sur: que la investigación médico-farmacéutica de vanguardia se produce solo en los países llamados “desarrollados”.
Indudablemente, el Estado cubano obtiene un rendimiento económico de la venta internacional de estos productos farmacéuticos (10). Sin embargo, su filosofía de investigación y comercialización está en las antípodas de la práctica empresarial de la gran industria farmacéutica.
El Premio Nobel de Medicina Richard J. Roberts denunciaba recientemente que las farmacéuticas orientan sus investigaciones no a la cura de las enfermedades, sino al desarrollo de fármacos para dolencias crónicas, mucho más rentables económicamente (11). Y señalaba que las enfermedades propias de los países más pobres –por su baja rentabilidad- sencillamente no se investigan. Por ello, el 90% del presupuesto para investigación está destinado a las enfermedades del 10% de la población mundial.
La industria pública médico-farmacéutica de Cuba, aún siendo una de las principales fuentes de divisas para el país, se rige por principios radicalmente opuestos.
En primer lugar, sus investigaciones van dirigidas, en buena parte, a desarrollar vacunas que evitan enfermedades y, en consecuencia, aminoran el gasto en medicamentos de la población. En un artículo en la prestigiosa revista Science, los investigadores de Universidad de Stanford (California) Paul Drain y Michele Barry aseguraban que Cuba obtiene mejores indicadores de salud que EEUU gastando hasta veinte veces menos (12). La razón: la ausencia –en el modelo cubano- de presiones y estímulos comerciales por parte de las farmacéuticas, y una exitosa estrategia de educación de la población en prevención de salud.
Además, las terapias naturales y tradicionales –como la medicina herbolaria, la acupuntura, la hipnosis y muchas otras-, prácticas poco rentables para los fabricantes de medicamentos, están integradas desde hace años en el sistema de salud pública gratuita de la Isla (13).
Por otro lado, en Cuba los fármacos son distribuidos, en primer lugar, en la red hospitalaria pública nacional, de forma gratuita o altamente subsidiada -precisamente- gracias a los ingresos en moneda fuerte por sus exportaciones (14).
La industria farmacéutica cubana, además, apenas destina presupuesto al gasto publicitario que, en el caso de la multinacionales, es superior incluso al invertido en la propia investigación (15).
Por último, Cuba impulsa la producción de fármacos genéricos que pone a disposición de otros países pobres y de la Organización Mundial de la Salud, a un precio muy inferior al de la gran industria mundial (16).
Pero estos acuerdos, ajenos a las reglas del mercado, generan fuertes presiones desde la industria farmacéutica. Recientemente, el Gobierno de Ecuador anunciaba la compra a Cuba de un número importante de medicamentos, en “reciprocidad” por la becas a estudiantes ecuatorianos en la Isla y por el apoyo de especialistas cubanos en el programa “Manuela Espejo” para personas discapacitadas (17). Las protestas de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos se convirtieron de inmediato en campaña mediática, difundiendo el mensaje de la supuesta mala calidad de los fármacos cubanos (18).
Por otro lado, numerosos analistas ven detrás del golpe de estado de Honduras, en 2009, a la gran industria farmacéutica internacional, ya que el gobierno del depuesto Manuel Zelaya, en el marco del acuerdo ALBA, pretendía sustituir la importación de medicamentos de las multinacionales por los genéricos cubanos (19).
El bloqueo de EEUU a Cuba impone importantes obstáculos para la comercialización internacional de los productos farmacéuticos cubanos, pero también perjudica directamente a la ciudadanía de EEUU. Por ejemplo, las 80.000 personas diabéticas que sufren en este país, cada año, la amputación de los dedos de sus pies, no pueden acceder a la vacuna cubana Heperprot P, que precisamente las evita (20).
El Premio Nobel de Química Peter Agre afirmaba recientemente que "Cuba es un magnífico ejemplo de cómo se pueden integrar el conocimiento y la investigación científica" (21). Irina Bokova, directora general de la UNESCO, decía sentirse “muy impresionada” con los logros científicos de Cuba y mostraba la voluntad de esta organización de Naciones Unidas en promoverlos en el resto del mundo (22). La pregunta es inevitable: ¿contará con la colaboración imprescindible de los grandes medios internacionales para difundirlos?.
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación