Radio Comunitaria Canaima
Escrito por Irán Aguilera pal_carito@yahoo.com
“La brutal violencia fascista instigada por el candidato derrotado Capriles Radonski se desató contra la ejemplar y ampliamente participativa jornada electoral del 14 de abril”
Y el lunes 15 la derecha fascista activó el golpe de estado. Como se venía denunciando en la campaña electoral, no sorprendió a nadie, los mismos golpistas del 11 de abril del año 2002 le volvieron a lanzar otra emboscada a la democracia venezolana. Todo estaba “cuadraíto” con sus amos del norte, los imperialistas norteamericanos. El candidato perdedor, Henrique Capriles Radonski, reclamó un recuento manual de votos (figura inexistente en la legislación venezolana) y en lugar de exigirlo por vías de derecho, llamó a una insurrección para “descargar la arrechera”(sic) que en dos días incendia o destruye doce centros de diagnóstico integral (CDI), queman cuatro casas del PSUV, varios locales de la red Mercal y Pdval, agreden y asedian a medios alternativos y comunitarios, a residencias de miembros del Poder Electoral y de dirigentes chavistas. Toda esta locura dejó como saldo trágico: el asesinato de 8 compatriotas –uno de ellos quemado vivo- y 124 heridos.
El concierto de los golpistas estaba tan “cuadraíto” por la armonía que inmediatamente demostraron el gobierno de los Estados Unidos y el canciller de España, García Maspero, quienes se sumaron a la demanda del candidato derrotado para exigir el recuento manual de votos a nuestro Poder Electoral”. ¡Claro! y en esta cantata de la muerte no podía faltar la OEA, su presidente José Miguel Insulza declaró al unísono que se debía “realizar una auditoría y un recuento completo de la votación" y pone “a disposición de Venezuela el equipo de expertos electorales de la OEA” para decidir quién ganó las elecciones del 14 de abril en Venezuela: ¡Un golpe de estado al Consejo Nacional Electoral!
La brutal violencia fascista instigada por el candidato derrotado Capriles Radonski se desató contra la ejemplar y ampliamente participativa jornada electoral del 14 de abril, donde triunfó claramente y de manera limpia el Presidente Nicolás Maduro. Una jornada electoral que contó con la presencia de centenares de observadores internacionales que incluso, antes de conocer los resultados, celebraron el triunfo de nuestra democracia a la cual no dudaron en calificar de admirable y hoy se pronuncian para defenderla en muchas partes del mundo, porque saben que cuenta con un sistema electoral calificado por ex presidente Carter como el “más perfecto del mundo”, donde el respeto al voto no puede ser puesto en duda, porque en él existen rigurosos controles y auditorías previas, en caliente y posteriores, donde participaron y le certificaron la transparencia los mismísimos representantes del candidato derrotado Capriles Radonski, pero además también fueron avalados públicamente por el rector Vicente Díaz afecto abiertamente de la oposición.
En estos momentos se desarrolla sobre el acostumbrado montaje mediático, además de las provocaciones para desestabilizar, todo un apagón (como aquel vergonzoso apagón mediático del 13 de abril del 2002) para hacer invisibles los crímenes cometidos por las hordas fascistas instigadas por Capriles en la noche del 15 de abril y días posteriores. Esta manipulación de mediática privada trata de hacer aparecer como víctimas a los agresores fascistas-caprilistas e intenta criminalizar a las víctimas entre ellas a las 8 personas asesinadas.
Escrito por Irán Aguilera pal_carito@yahoo.com
“La brutal violencia fascista instigada por el candidato derrotado Capriles Radonski se desató contra la ejemplar y ampliamente participativa jornada electoral del 14 de abril”
Y el lunes 15 la derecha fascista activó el golpe de estado. Como se venía denunciando en la campaña electoral, no sorprendió a nadie, los mismos golpistas del 11 de abril del año 2002 le volvieron a lanzar otra emboscada a la democracia venezolana. Todo estaba “cuadraíto” con sus amos del norte, los imperialistas norteamericanos. El candidato perdedor, Henrique Capriles Radonski, reclamó un recuento manual de votos (figura inexistente en la legislación venezolana) y en lugar de exigirlo por vías de derecho, llamó a una insurrección para “descargar la arrechera”(sic) que en dos días incendia o destruye doce centros de diagnóstico integral (CDI), queman cuatro casas del PSUV, varios locales de la red Mercal y Pdval, agreden y asedian a medios alternativos y comunitarios, a residencias de miembros del Poder Electoral y de dirigentes chavistas. Toda esta locura dejó como saldo trágico: el asesinato de 8 compatriotas –uno de ellos quemado vivo- y 124 heridos.
El concierto de los golpistas estaba tan “cuadraíto” por la armonía que inmediatamente demostraron el gobierno de los Estados Unidos y el canciller de España, García Maspero, quienes se sumaron a la demanda del candidato derrotado para exigir el recuento manual de votos a nuestro Poder Electoral”. ¡Claro! y en esta cantata de la muerte no podía faltar la OEA, su presidente José Miguel Insulza declaró al unísono que se debía “realizar una auditoría y un recuento completo de la votación" y pone “a disposición de Venezuela el equipo de expertos electorales de la OEA” para decidir quién ganó las elecciones del 14 de abril en Venezuela: ¡Un golpe de estado al Consejo Nacional Electoral!
La brutal violencia fascista instigada por el candidato derrotado Capriles Radonski se desató contra la ejemplar y ampliamente participativa jornada electoral del 14 de abril, donde triunfó claramente y de manera limpia el Presidente Nicolás Maduro. Una jornada electoral que contó con la presencia de centenares de observadores internacionales que incluso, antes de conocer los resultados, celebraron el triunfo de nuestra democracia a la cual no dudaron en calificar de admirable y hoy se pronuncian para defenderla en muchas partes del mundo, porque saben que cuenta con un sistema electoral calificado por ex presidente Carter como el “más perfecto del mundo”, donde el respeto al voto no puede ser puesto en duda, porque en él existen rigurosos controles y auditorías previas, en caliente y posteriores, donde participaron y le certificaron la transparencia los mismísimos representantes del candidato derrotado Capriles Radonski, pero además también fueron avalados públicamente por el rector Vicente Díaz afecto abiertamente de la oposición.
En estos momentos se desarrolla sobre el acostumbrado montaje mediático, además de las provocaciones para desestabilizar, todo un apagón (como aquel vergonzoso apagón mediático del 13 de abril del 2002) para hacer invisibles los crímenes cometidos por las hordas fascistas instigadas por Capriles en la noche del 15 de abril y días posteriores. Esta manipulación de mediática privada trata de hacer aparecer como víctimas a los agresores fascistas-caprilistas e intenta criminalizar a las víctimas entre ellas a las 8 personas asesinadas.