PIA, Caracas.- Con el correr de los días se ha hecho evidente una situación que se ponía de manifiesto en cada encuesta y en cada actividad popular: la victoria del hijo de Chávez es irrefutable y contundente.
Esta realidad, que no es triunfalismo, sino la consecución de una obra paradigmática que ha sembrado futuro, ha puesto a la derecha intolerante y fascista en un callejón sin salida que la pone de cara a recurrir a la violencia para modificar el panorama inmediato de Venezuela.
Desde hace un tiempo existe una campaña nacional e internacional tendiente a generar las condiciones para que con el desconocimiento del resultado electoral se abra la puerta de la desestabilización de las instituciones democráticas y el desconocimiento al gobierno revolucionario que surgirá con el triunfo electoral.
Ya comenzaron los ataques violentos y las mentiras tendientes a enturbiar el clima electoral por parte de los grupos de oposición a estas escenas de intolerancia y provocación desatadas sobre un medio de comunicación en el estado Carabobo, se deben sumar las pérdidas materiales sufridas en una construcción de la Gran Misión Vivienda Venezuela el día domingo en Caracas cuando se presentó el candidato Capriles en la Avenida Bolívar y los cánticos y pintadas sobres las paredes de la ciudad que demuestran como el odio fascista ha penetrado en sectores de la sociedad que de manera irresponsable y desconsiderada manifiestan sus más bajos sentimientos hacia los pobres de este país.
También la mentira aparece nuevamente en el lenguaje de la oposición cuando falsea la verdad sobre un supuesto dirigente de sus filas que habría sido asesinado en el estado Táchira, versión desmentida por sus familiares y por las autoridades policiales.
Elementos que sumados al sabotaje eléctrico, entre otros, conforman el panorama previsto por la ultraderecha venezolana para generar caos y abrir la puerta para acontecimientos sangrientos. Ya las autoridades venezolanas han actuado para desmontar estos planes que tienen como objetivo perturbar el proceso electoral y darle pie a los mercenarios que trajeron del exterior, como en el golpe fascista de abril de 2002, y que ya se encuentran en el país y habiendo sido algunos detenidos y otros que están siendo intensamente buscados, pero que ya están plenamente identificados como también lo está su relación con dirigentes de la oposicion.
Planes que son develados cada día por la labor de la inteligencia institucional y social que está atenta a las actividades conspirativas de la derecha, y que se corresponden con las actitud descarada del candidato Capriles, que sin ninguna vergüenza plantea “Yo no voy a firmar nada ante el CNE, está es nuestra posición y la de la mayoría de los venezolanos”, dejando entrever cuál será su posición ante lo que anuncie el CNE el domingo en su primer boletín oficial.
Para estos planes montados sobre el posible fraude, no solo cuentan con personeros de la derecha internacional que se han asociado a los politiqueros locales de siempre, sino también con los multimedios internacionales que ya han producido su aporte al reproducir una encuesta publicada este fin de semana desde una encuestadora de maletín llamada Datamatic que da como ganador a Capriles 39% a 34% sobre Maduro.
Cosa curiosa, pues desde ese momento el candidato derechista ha empezado a decir que él ganara las elecciones del domingo, desafiando todos los estudios y consultas realizadas hasta el momento y que lo dan perdedor con un mínimo de 10 puntos.
Obviamente la subestimación y el desprecio al pueblo venezolano junto al odio acumulado durante tantos años de manipulación mediática se materializan en las provocaciones que se están montando desde la denominada “Cruzada” que lleva adelante la oposición de manera inescrupulosa y temeraria, sin pensar en el día después, o en todo caso sacando mal las cuentas, como en las situaciones en las que han enfrentado al pueblo chavista.
La agenda de Capriles solo puede ser violenta pues él y la derecha, jamás podrían gobernar el país con esta constitución y las leyes existentes y con la correlación de fuerzas, popular e institucional, a favor del chavismo que existe en la actualidad.
Es por ello que ante los escenarios que se presenten a partir del domingo, lo fundamental para la continuidad democrática en Venezuela, será la disciplina y organización de los patriotas para derrotar definitivamente a las aspiraciones golpistas de la burguesía.
Se abre una nueva etapa en Venezuela, en la cual la participación popular será determinante y vienen a mi memoria dos frases importantes desde mi punto de vista y que signaron nuestra experiencia militante, una es la certeza de que “sólo el pueblo salvara al pueblo” como expresara en más de una oportunidad el General Perón y la otra, un gran aporte de nuestro Libertador el General San Martín “Seamos libres lo demás no importa nada”.
Estoy convencido que este pueblo aguerrido ha cobrado plena conciencia de la responsabilidad que le toca en la construcción de la democracia socialista y es por eso que el domingo 14 de abril hará sentir el corazón de la Patria en honor al eterno Comandante.