27/05/13.-Los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa se querían entrañablemente. Basta remitirse, no solo al apoyo político que siempre se garantizaron, sino a los gestos de cariño que caracterizaron sus encuentros. Pero las relaciones entre Venezuela y Ecuador no se limitan al afecto entre los dirigentes -ahora con el presidente Nicolás Maduro a la cabeza- sino que también se materializan en el comercio, en las batallas diplomáticas internacionales y en la afinidad política.
Es posible que el vehículo que usted conduce tenga algo más que un corazón ecuatoriano. También es probable que el cultivo de arroz que se desarrolla en Ecuador haya sido abonado con fertilizantes venezolanos. Esa es solo una de las áreas de intercambio binacional que los dos gobiernos se proponen no solo mantener, sino fortalecer.
La relación entre Ecuador y Venezuela es estratégica. Esa afirmación, tan tajante, corresponde al embajador andino en Caracas, Leonardo Arízaga. “Estamos pasando por muy buen momento, no solo porque existen coincidencias entre la Revolución Ciudadana y la Revolución Bolivariana, sino porque existe una relación personal entre nuestros presidentes, y porque hemos trabajado juntos de manera efectiva en las instancias subregionales como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), la Unión de Naciones Suramericanas y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)”, ratifica el diplomático, en conversación con el Correo del Orinoco.
Aunque prácticamente acaba de llegar a Venezuela luego de desempeñarse como embajador en China, Arízaga recalca que ha recibido instrucciones de profundizar la relación con Venezuela en cuatro ejes: el político-diplomático, el comercial, la cooperación y la migración.
Agenda internacional y comercial
“Vamos a trabajar de manera más estrecha en los temas de la agenda internacional, sea Naciones Unidas, Celac”, detalla. Ello implica “fortalecer nuestro accionar en Naciones Unidas en temas de la coyuntura internacional”, precisó.
Venezuela “es un socio muy importante”, que ocupa el cuarto lugar (solo superada por Estados Unidos, Colombia y Venezuela). “Nuestro interés es que Venezuela sea nuestro primer socio comercial”, tanto para importaciones como exportaciones.
Arízaga recuerda que Ecuador negocia un acuerdo comercial con Venezuela. Hace énfasis en el sucre, al que cataloga como “una herramienta fabulosa y muy efectiva para las transacciones entre los dos países”. Rememora que a mediados de 2010 se hizo el primer intercambio en sucres, por 2 millones de bolívares (la nación andina comercializó arroz y Venezuela le vendió urea). En 2012 cerró en 800 millones de dólares. “En lo que va de 2013 las transacciones han llegado a 616 millones”, puntualizó. Además, se trabaja para blindar el sistema de operaciones inusuales, como sobrefacturas y otras prácticas.
El acuerdo nace como necesidad luego de la salida de Venezuela de la Comunidad Andina, detalla. “Queremos tener reglas claras para el comercio bilateral, en lo que tiene que ver con acceso a mercados, normas de origen, todos los temas de cooperación comercial. Es un acuerdo que no está finalizado, pero lo estamos negociando”, detalló.
El año pasado Ecuador vendió mil millones de dólares a Venezuela, e importó (en rubros como urea, equipos siderúrgicos) unos 250 millones de dólares, estima. “Vendemos 300 millones de dólares en vehículos. Vendemos los KIA, Hyundai, Mazda, atún, aceite de palma africana. Existe un potencial para diversificar nuestras exportaciones. Queremos ser socios para encadenar nuestras exportaciones importaciones”, indicó. Se propone que los carros tengan cada vez más partes hechas en Venezuela (como el aire acondicionado), y que el aceite de palma pueda ser refinado en la patria de Bolívar.
También “queremos trabajar en las exportaciones de productos venezolanos, como urea, insumos siderúrgicos, productos agroindustriales”, comentó. El análisis del mapa de mercancías dentro del ALBA es, a su juicio, fundamental para saber “qué exportamos, qué importamos, cuál es el comercio y cuál es el potencia entre países”. En el caso concreto de Venezuela se propone identificar los productos que les pueden interesar a los dos países.
“Estamos conscientes de que existe acaparamiento y especulación” en el ámbito alimentario en Venezuela, señala Arízaga. Ecuador está dispuesto a colaborar con la entrega de pasta, leche y harina de trigo “pata que lo vendamos de inmediato y eso vaya a los supermercados de la red que tiene el Gobierno venezolano, directamente al pueblo”, indicó. “Para nosotros es muy importante que el Gobierno venezolano sepa que podemos proveer productos de alimentación, que estamos con la mayor voluntad política y comercial”, reiteró.
-¿En cuánto tiempo pueden poner esos productos aquí?
-En pocos días. En este caso, productos como pasta, leche, harina de trigo, aceite los estamos ya empaquetando, de tal manera que cuando llegue el avión inmediatamente vayan a los mercados. Estamos hablando de 580 toneladas de productos, para comenzar.
Al momento de realizar esta entrevista (hace exactamente una semana), el diplomático calculaba que los productos podían llegar en 10 a 15 días, de los que ya han transcurrido 7.
Cooperación
Venezuela y Ecuador han suscrito acuerdos de cooperación en estos años, “y hay temas en los que queremos trabajar, que incluyen lo social, lo cultural, lo energético”.
Un ámbito de interés para la nación andina es el de las orquestas sinfónicas juveniles, que Arízaga no duda en calificar como “maravillosa”. “Nosotros hemos tenido algunos intentos, no tan exitosos, pero estamos retomando el tema, estamos trabajándolo con los municipios”, señaló. El embajador refiere que les interesaría “aprender de la experiencia venezolana, por qué ha sido tan eficiente, por qué ha sido tan exitosa”.
Propone, también, compartir el circo social, “que tiene la misma filosofía de sacar a la gente joven de la calle, de malas influencias, para invertir sus energías en el circo, en el deporte”, explica. El proyecto ha sido asumido por la Vicepresidencia de Ecuador. El exvicepresidente Lenin Moreno, que acompañó al mandatario Rafael Correa y no se presentó para el segundo periodo debido a razones de salud, impulsó las políticas para las personas con discapacidad; este es un ámbito en el que también están las puertas abiertas.
Energía y estudios
Arízaga resalta que la generación eléctrica es uno de los problemas que su país no atendió en el pasado, y ahora está enfrentando con el apoyo de China (nación con la que se rubricaron nueve convenios por 4 mil millones de dólares). “Es decir, que no vamos a tener que importar electricidad de Colombia ni de Perú”, no solo por los cortes sino por la inversión (que el diplomático estima en 800 millones de dólares en los últimos 8 años). Ahora “en vez de importar vamos a producir”.
El segundo problema que ha tenido la nación hermana, en materia energética, es que produce petróleo pero importa crudo refinado. “Importamos entre 3 mil y 4 mil millones de dólares al año”, monto que se elevó a 5 mil bolívares el año pasado, calculó.
Por ello, “el gran proyecto que tenemos con Venezuela y con China es la construcción de la refinería del Pacífico”, proyecto “que ya está ejecutándose” y en el que Ecuador ha invertido más de 650 millones de dólares. “Tenemos los estudios listos, estamos haciendo los trabajos sobre el terreno”, acotó. Es un proyecto de más de 10 mil millones de dólares, que “se pagará solo en muy poco tiempo”, enfatizó el vocero. China “entrará con inversiones altas”, anticipó. La obra debe estar lista en 4 o 5 años.
El embajador considera que la minería es otra área en la que se podría trabajar, con la grannacional minera. “Hay dos proyectos en fase de estudios para explotar plata y arenas ferrosas en Ecuador”, adelantó.
En Venezuela hay 250 becarios ecuatorianos; más de 70 estudian medicina. “Venezuela les da una beca de 600 o mil bolívares al mes, y les dan residencia si no tienen residencia. Es un monto importante, pero no les alcanza, y nosotros les dábamos una beca complementaria de 100 dólares al mes” que aumentó a 330 dólares mensuales, además de un seguro para la salud.
La Embajada se propone revisar la malla curricular, y atender a quienes se han visto afectados por los conflictos (en las universidades en las que ha habido huelga). Pese a ello, aclara, “estamos trabajando bien”. En Ecuador hay unos 40 estudiantes venezolanos que se forman en áreas como agricultura, ingeniería y administración.
Retos
Uno de los retos -en el nuevo periodo presidencial de Correa que comenzó el viernes- es cambiar “la matriz productiva del país”, y en eso “nosotros tenemos que trabajar con nuestros socios estratégicos”, como Venezuela, plantea Arízaga. “Podemos trabajar con Venezuela, con sus empresas, con su Gobierno en este esfuerzo”, expone.
El segundo es la construcción de Yachai, Ciudad del Conocimiento, proyecto para el que el Gobierno ecuatoriano asignó este año 400 millones de dólares. En América Latina “no tenemos parques de ciencia y tecnología”, alegó. La idea de Yachai, que está ubicada a una hora de Quito y que debe estar lista en unos 2 o 3 años, es llevar a las mejores científicas y científicos del mundo para trabajar en propuestas que ayuden a mejorar la calidad de vida del ser humano. “Es un proyecto es constante evolución”, describió el embajador, quien ratificó que Venezuela tiene las puertas abiertas para participar.
Gestión en la calle y un centro de encuentro
El embajador Leonardo Arízaga se propone que la embajada esté en la calle, y para ello se elaboró un plan de trabajo y de visitas a la comunidad. “Nosotros vamos a los mercados donde trabajan los ecuatorianos, a los templos de oración católicos y evangélicos” y los sitios de encuentro, detalló.
“Una vieja aspiración de la comunidad es tener un local propio. Es un tema pendiente que tenemos que trabajar con las autoridades venezolanas”, comentó el diplomático.
Arízaga indicó que han visto un terreno hacia Montalbán. “Lo mejor es si lo podemos hacer con el Gobierno venezolano, pero hay que empoderar a las asociaciones para que asuman esto”, apuntó.
Muchos ecuatorianos hicieron su vida en Venezuela, y eso habla muy bien de la patria de Bolívar, porque vinieron para quedarse; esto, “por su gente, por las oportunidades laborales que también encuentran” gracias a que son muy trabajadores.
El embajador se propone elaborar una base de datos con los servicios que pueden prestar las ecuatorianas y los ecuatorianos, a la comunidad migrante y también a la venezolana.