Washington, 28 jun (PL) El general retirado y exvicepresidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados Unidos James Cartwright está bajo investigación como sospechoso de filtrar datos secretos sobre operaciones de guerra cibernética del Pentágono.
El exsegundo oficial de más alto rango en las fuerzas armadas norteamericanas hasta su retiro en agosto de 2011, es el objetivo principal de una pesquisa del Departamento de Justicia destinada a determinar si él reveló a la prensa información clasificada sobre ataques informáticos del Pentágono a redes digitales de Irán en 2010.
La operación contra el país persa estaba codificada bajo el nombre de Juegos Olímpicos e incluía sabotajes cibernéticos contra el programa nuclear iraní, al que la Casa Blanca califica de proyecto militar, pero las autoridades de Teherán aseguran que resulta con fines pacíficos.
En junio de 2012, medios de prensa estadounidenses reportaron que Cartwright era un oficial clave en dicha acción ofensiva, cuyas acciones iniciales tuvieron lugar durante la administración de George W. Bush (2001-2009).
Cartwright fue investigado en 2010 por alegaciones sobre conducta sexual impropia con una de sus jóvenes asistentes durante un viaje al exterior, pero la pesquisa determinó que era inocente de los cargos más importantes que se le imputaban.
El exgeneral de cuatro estrellas era un miembro clave entre los asesores de seguridad nacional del presidente Barack Obama y favorito para reemplazar a su jefe inmediato en esa fecha, el almirante Mike Mullen, al frente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, máximo órgano de dirección de las fuerzas armadas norteamericanas.
Pero Cartwright fue desestimado como candidato al cargo y actualmente trabaja como miembro de la junta directiva del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un "tanque pensante" con sede en esta capital.
La Oficina del Inspector General de la Comunidad de Inteligencia norteamericana admitió recientemente que investiga 375 casos de filtraciones de información secreta por parte de miembros de varias agencias de espionaje y funcionarios relacionados con asuntos de seguridad nacional.
Tal información salió a la luz tras el escándalo provocado por las revelaciones del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden al diario británico The Guardian y el estadounidense The Washington Post acerca de misiones secretas de esa entidad contra ciudadanos de Estados Unidos y otros 35 países.
El exsegundo oficial de más alto rango en las fuerzas armadas norteamericanas hasta su retiro en agosto de 2011, es el objetivo principal de una pesquisa del Departamento de Justicia destinada a determinar si él reveló a la prensa información clasificada sobre ataques informáticos del Pentágono a redes digitales de Irán en 2010.
La operación contra el país persa estaba codificada bajo el nombre de Juegos Olímpicos e incluía sabotajes cibernéticos contra el programa nuclear iraní, al que la Casa Blanca califica de proyecto militar, pero las autoridades de Teherán aseguran que resulta con fines pacíficos.
En junio de 2012, medios de prensa estadounidenses reportaron que Cartwright era un oficial clave en dicha acción ofensiva, cuyas acciones iniciales tuvieron lugar durante la administración de George W. Bush (2001-2009).
Cartwright fue investigado en 2010 por alegaciones sobre conducta sexual impropia con una de sus jóvenes asistentes durante un viaje al exterior, pero la pesquisa determinó que era inocente de los cargos más importantes que se le imputaban.
El exgeneral de cuatro estrellas era un miembro clave entre los asesores de seguridad nacional del presidente Barack Obama y favorito para reemplazar a su jefe inmediato en esa fecha, el almirante Mike Mullen, al frente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, máximo órgano de dirección de las fuerzas armadas norteamericanas.
Pero Cartwright fue desestimado como candidato al cargo y actualmente trabaja como miembro de la junta directiva del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un "tanque pensante" con sede en esta capital.
La Oficina del Inspector General de la Comunidad de Inteligencia norteamericana admitió recientemente que investiga 375 casos de filtraciones de información secreta por parte de miembros de varias agencias de espionaje y funcionarios relacionados con asuntos de seguridad nacional.
Tal información salió a la luz tras el escándalo provocado por las revelaciones del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden al diario británico The Guardian y el estadounidense The Washington Post acerca de misiones secretas de esa entidad contra ciudadanos de Estados Unidos y otros 35 países.
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