No obstante el yerno de Chávez y ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, dijo que éste había llegado al final del año “tranquilo y estable”.
El vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, indicó anoche que Chávez atraviesa circunstancias “muy complejas y difíciles”.
ABC señala que “desde hace varios días, el estado de salud de Chávez se considera crítico, con sus funciones vitales asistidas artificialmente a raíz de la operación a la que fue sometido el 11 de diciembre debido al avanzado cáncer que padece y de las complicaciones del postoperatorio provocadas por una infección”.
Añade el diario español que Chávez llegó al final de año en cuidados intensivos, “con fiebre constante, pérdida de conciencia y no responde a los antibióticos”.
Agrega que se mantiene “sin ingerir nada sólido desde que fue operado hace tres semanas, con ‘ano contra natura’ (cirugía con la que se crea un orificio artificial que actúa de ano en la pared del abdomen para evacuar la materia fecal en unas bolsas de plástico que se sujetan a la piel mediante una capa adhesiva) y alimentación intravenosa debido a la extracción de casi medio metro de intestino, de acuerdo con fuentes de Inteligencia con acceso a su equipo médico”.
Citando las mismas fuentes ABC asegura que las funciones respiratorias del mandatario venezolano —de 58 años quien fue reelecto en el cargo en octubre pasado y en el poder desde 1999—, se encuentran asistidas artificialmente “tras la traqueotomía a la que fue sometido por una infección que motivó la retención de líquido en los pulmones. Ese cuadro se completa con insuficiencia renal”.
YA NO ADMITE OPERACIONES
Según la publicación en la operación llevada a cabo el pasado 11 de diciembre, con el fin de extirparle cuatro cultivos cancerígenos de pelvis e intestino, al presidente venezolano le fueron extraídos 43.4 centímetros de intestino delgado.
“Una biopsia llevada a cabo durante la cirugía también detectó células cancerígenas en las paredes internas del intestino y en la vejiga”, afirma ABC.es.
A lo anterior, la publicación española sostiene que la operación, realizada por un equipo médico llegado expresamente de Rusia, con asistencia de médicos cubanos, también habría comprobado que “la metástasis en hueso y médula espinal seguía progresando a paso constante. En condiciones normales esto hubiera requerido probablemente un próximo trasplante de médula, pero su estado ya tan deteriorado no ha permitido más actuaciones”.