Por eso mismo es un hombre sencillo, de claro pensamiento e irreductible en sus principios dictados por su clara inteligencia forjada desde la niñez. Ahora es Presidente Encargado de la República Bolivariana de Venezuela, y pronto será Presidente elegido, porque Nicolás Maduro Moros es el portaestandarte de la Revolución Bolivariana y legítimo heredero del legado histórico de Hugo Chávez Frías.
En Venezuela y en el mundo saben que Maduro es un hombre de palabra en el que se puede confiar, es un negociador innato, un mediador de profundas convicciones basadas en su formación política, en la honestidad, sinceridad y lealtad suma a su ideología y un apasionado cumplidor de sus tareas y deberes, por lo que Chávez expresaba: “Ha sido un gran servidor público” y, al despedirse de su pueblo en su último viaje a Cuba disponía: “Mi opinión firme, plena, como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario, que obligaría a convocar a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente. Ahora tenemos patria y más nunca la arrebatarán.”
Cuando lo nombró el 10 de octubre del 2012 Vicepresidente, Hugo Chávez, en son de broma afirmaba: “No le recomiendo a nadie que sea vicepresidente de la República, porque no es cosa fácil aguantarme”. Agregaba: “Se trata de uno de los lideres jóvenes de mayor capacidad para continuar (...) con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, seguir dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta patria”
Maduro, convocado a continuar con el proceso de la Revolución Bolivariana ideado y ejecutado hasta el día su muerte por el Comandante Hugo Chávez Frías, tuvo una vida dura y de lucha cotidiana que le formó el carácter de revolucionario: “En su juventud tocaba el bajo y la guitarra en un grupo de Rock, alternaba así, arte de contestación y militancia revolucionaria perteneciendo a un movimiento marxista maoísta. La pobreza, luego lo obliga a dejar sus estudios para acceder al mundo del trabajo como conductor en el Metro de Caracas. El mérito de Nicolás Maduro como el de todo joven de izquierda cuando se hace obrero; es ser líder de su clase, llegó a dirigir su sindicato”.
En la Presidencia del Sindicato de chóferes del Metro de Caracas se destacó por la fuerza y sabiduría para defender los derechos de sus representados y por su inquebrantable decisión y fortaleza en el momento de negociar, con extrema habilidad, con la patronal. Desde entonces era considerado un líder al que hay que tenerlo en cuenta, y un dirigente sindical que sumaba victorias al contar con el apoyo y respaldo pleno de sus compañeros. Fue suficiente para que la CIA, que hizo de Venezuela una extensa guarida de sus fechorías, comenzara a abrirle un expediente y seguir de cerca sus pasos combativos y revolucionarios. Jamás se doblegó ante los avatares de la pobreza y persecuciones del sistema, ni ante las amenazas y persecuciones de la CIA.
El periodista Jesús Adonis Martínez en Imagen Activa de Caracas y difundida por Prensa Latina sostenía: “Desde su primera militancia a los 12 años hasta el encuentro con Hugo Chávez en 1993, y de ahí a la candidatura presidencial al frente de la Revolución Bolivariana, discurre la trayectoria política del actual presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro.
Así pudiera resumirse "una larga travesía de luchas sociales y políticas", de acuerdo con lo relatado por el propio Maduro en entrevista concedida a la cadena Venevisión. El candidato socialista para los comicios del próximo 14 de abril comentó acerca de la tradición de lucha política en el seno de su familia y sobre los inicios de su militancia a los 12 años, un hecho que luego lo llevó a integrarse a diversos movimientos estudiantiles, barriales, sindicales y conspiraciones armadas.
Todo hasta que conoció a quien tiempo después fue electo presidente de Venezuela durante 14 años, Hugo Chávez.
Maduro narró lo que describió como su emoción y experiencia casi mística, cuando vio y escuchó hablar a Chávez tras la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992.
Fue en diciembre de 1993 cuando pudo conocer personalmente al líder de aquel movimiento de militares bolivarianos. En la propia celda de Chávez -relató-, conversaron acerca de la lucha y los planes futuros. Chávez planteó entonces dos desenlaces para continuar: una insurrección político-militar o la vía electoral, rememoró el dignatario, quien laboró en innumerables líneas del Metrobús de Caracas entre 1991 y 1998.
Nicolás Maduro es en la actualidad Presidente Encargado de la República Bolivariana de Venezuela desde el 5 de marzo de 2013.
Anteriormente también ocupó los cargos de ministro de Relaciones Exteriores (2006 - 2013) y vicepresidente ejecutivo de Venezuela (2012 - 2013).
Como vicepresidente, Maduro asumió las funciones administrativas y económicas de Venezuela durante la enfermedad del presidente Hugo Chávez. Al morir Chávez el 5 de marzo de 2013, Maduro asumió la jefatura de Estado y de Gobierno como «presidente encargado de Venezuela» hasta la celebración de elecciones presidenciales, cargo que juró el día 8 del mismo mes. Ante esta situación, algunos medios de comunicación internacionales destacaron que, según el artículo 233 de la Constitución venezolana no sería el vicepresidente Maduro sino Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional quien tendría que haber asumido la presidencia interina de la república.
Naturalmente que esos medios de comunicación social pertenecen al poder mediático mundial que actúa bajo la batuta imperial, pero por sobre la oposición de las derechas oligárquicas de Venezuela sumisas al dictado de la Casa Blanca, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela dictaminó que Maduro ejercía constitucionalmente la Presidencia de la República y, por tanto, juró a su alto cargo el 8 de marzo de este año, esto es tres días después del fallecimiento del Comandante Chávez.
Nadie debería sorprenderse de la firme posición revolucionaria y socialista advertida por el presidente Hugo Chávez, que ya conocía que Nicolás Maduro había sido militante de la Liga Socialista o que durante siete años - 1991 y 1998- había trabajado como conductor en el Metro de Caracas, donde llegó a dirigir su sindicato y como tal fue miembro de la junta directiva de esa empresa pública.
Su trayectoria política
En una corta biografía del futuro Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se afirma: “Está casado con la actual procuradora general de la República y ex diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela por el Distrito Capital, Cilia Flores. Luego de la salida de Maduro de la Asamblea Nacional en agosto de 2006, para ocupar el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, Cilia Flores fue electa en la votación interna parlamentaria como presidenta de la Asamblea Nacional, siendo la primera mujer venezolana en alcanzar ese cargo.
En la década de los 90, el joven Nicolás Maduro pasó a formar parte de las filas del MVR, partido con el que participó en la campaña presidencial de 1998 en la que Hugo Chávez resultó electo Presidente de Venezuela. En esa ocasión, Maduro fue elegido diputado de la Asamblea Constituyente de 1999 que redactó una nueva Constitución ese mismo año, para posteriormente ser elegido diputado para la Asamblea Nacional de Venezuela en 2000, cargo en el que fue reelegido en las elecciones legislativas de 2005, logrando poco después ser designado presidente del parlamento. En el año 2006 dejó ese cargo a pedido del presidente Hugo Chávez, para ingresar en el gabinete ministerial como cabeza del Ministerio del Poder Popular para los Asuntos Exteriores, sustituyendo así al Ministro Alí Rodríguez Araque que, en la actualidad, ocupa el cargo de Secretario General de la UNASUR.
El 10 de octubre de 2012, pasados 3 días de las elecciones presidenciales, fue nombrado nuevo Vicepresidente Ejecutivo ocupando el puesto de Elías Jaua quien tuvo que separarse de su cargo, para aspirar a la gobernación de Miranda.
El 8 de diciembre de 2012, Hugo Chávez afirmó que, en caso de que quedara incapacitado por el cáncer que padecía, Nicolás Maduro, en su calidad de Vicepresidente, debería ocupar el cargo de Presidente de la República hasta la convocatoria de nuevas elecciones para las que pidió el apoyo popular a Maduro.
Finalmente, el 5 de marzo de 2013 Hugo Chávez falleció. Ese mismo día, Maduro asumió el cargo de presidente encargado de Venezuela hasta la celebración de elecciones presidenciales”.
Ante la oposición cerrada de las derechas políticas, económicas y de las burguesías enceguecidas por el odio, el gobierno venezolano, explicaba que la posesión de Maduro no era contraria a la Constitución ya que el mismo Tribunal Supremo de Justicia dictaminó, con absoluta transparencia, la constitucionalidad de la presidencia interina de Maduro y que este podría presentarse sin ningún impedimento a las elecciones.
El gobierno, para mantener su argumentación se apoyó en el artículo 233 de la Constitución que dice:
[...] “Si la falta absoluta del Presidente o Presidenta de la República se produce durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o la nueva Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo o la Vicepresidenta Ejecutiva”.
El 8 de marzo, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela sentenció que era constitucional que al morir el presidente, el vicepresidente en funciones asumiera el cargo de presidente encargado y que no existía ningún impedimento legal para que este no pudiera presentarse a las elecciones.
Con ese fundamento legal, Maduro prestó juramento como Presidente Encargado de Venezuela ante la Asamblea Nacional en el Palacio Federal Legislativo. Maduro no es un improvisado ya que fue miembro de pleno derecho del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) que fue una de las tantas formas que adoptó el movimiento político liderado por Hugo Chávez, tras dirigir un intento de golpe de Estado contra el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez que provocaría el Caracazo, levantamiento popular resuelto para rechazar las extremas medidas neoliberales destinadas a empobrecer aún más a los pobres y salvaguardar y favorecer los privilegios de las burguesías insensibles a las necesidades insatisfechas de las grandes mayorías y para proteger los intereses de las transnacionales con sede en la metrópoli imperial. El Caracazo fue la primigenia protesta social contra el neoliberalismo en América Latina.
Nicolás Maduro Moros fue Fundador Nacional de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT). “En la década de los 90 formó parte del Movimiento Quinta República, MVR, partido con el que participó en la campaña presidencial de 1998 en la que Hugo Chávez resultó electo Presidente de Venezuela”.
Su trayectoria política se constituye en testimonio de toda una vida de lucha junto a los trabajadores y el pueblo, por eso fue elegido parlamentario en dos períodos consecutivos.
En el año 2006 dejó el cargo a petición expresa del Presidente Hugo Chávez, para ingresar en el gabinete ministerial como máximo representante del Ministerio del Poder Popular para los Asuntos Exteriores.
Bajo la conducción política del presidente Chávez, Maduro en su calidad de Canciller, fue el gran promotor e impulsor de la integración latinoamericana y caribeña y ejecutor de la política internacional antiimperialista que privilegió las relaciones de amistad y diplomáticas con todos los pueblos libres, soberanos e independientes de la tierra, generalmente cuestionados por el imperio y sus intereses geoestratégicos y políticos de dominación global.
Maduro se forjó en las batallas cotidianas, una de las cuales le llevó a conocer a Hugo Chávez Frías, mientras éste cumplía condena en prisión por su fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. No fue casual que aprovechara la visita jurídica de su actual esposa, Cilia Flores, hoy, Procuradora General de la República y ex diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela por el Distrito Capital, que fue una de las abogadas que cumplían el encargo de obtener la liberación del Coronel rebelde.
Luego de la salida de Maduro de la Asamblea Nacional en agosto de 2006 para ocupar el cargo ministerial, Flores fue electa en la votación interna parlamentaria como presidenta de la Asamblea Nacional, siendo la primera mujer venezolana en alcanzar ese cargo
En la Asamblea Nacional, Maduro se destacó por su trabajo responsable. En esa instancia fue “Jefe de fracción del Movimiento Quinta República (MVR), integrante de la Comisión Permanente de Asuntos Sociales -con especial relevancia en el debate sobre la problemática del salario mínimo de los trabajadores-, de la Comisión Permanente de Medios de Comunicación Social de la Comisión Permanente de Juventud, Recreación y Deportes e integrante de la Comisión Permanente de Participación Ciudadana.
Desde el mes de agosto de 1999 hasta el mes de enero de 2000 fue miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, en la que fue Presidente de la Comisión de Participación Ciudadana e Integrante de la Comisión de lo Económico y Social. Fue elegido diputado para la Asamblea Nacional de Venezuela en 2000, cargo en el que fue reelecto en las elecciones legislativas de 2005, logrando poco después ser designado Presidente del Parlamento.
También fue partícipe e integrante de la Comisión de Descentralización y Desarrollo Regional, miembro de la Comisión Especial encargada de elaborar el Proyecto de Reglamento Interior y de Debates de la Asamblea Nacional y fue parte activa de la Comisión Mixta designada para Estudiar el Proyecto de Ley que Autorizaría al Presidente de la República para dictar decretos con Fuerza de Ley en las Materias que se delegan.
En el 2001 fue presidente de la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral y de la Comisión Mixta que estudió las Iniciativas Legislativas para el Fomento del Empleo, miembro del Grupo Parlamentario de Amistad Venezuela-Argentina, del Grupo Parlamentario de Amistad Venezuela – Siria y miembro del Grupo Parlamentario de Amistad Venezuela - República Árabe Saharaui Democrática.
Fue un destacado miembro de la Comisión Mixta para el estudio de la Ley de Protección al Deudor Hipotecario, presidente de la Comisión Mixta que estudió las Iniciativas Legislativas para el fomento del Empleo, miembro de la Comisión Especial para mediar en Conflicto de PDVSA y miembro de la Comisión de Paz y Democracia.
“En el año 2003 fue integrante de la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral y miembro de la Comisión Permanente de Finanzas en el 2004. Elegido presidente de la Asamblea Nacional en el año 2005, siendo integrante de la Comisión Permanente de Finanzas, y el 18 de mayo formó parte de la Comisión Especial para Investigar un Nuevo Golpe de Estado contra el Gobierno del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, con participación de Paramilitares Colombianos.
Fue ratificado en el cargo de Presidente de la Asamblea Nacional de enero hasta agosto de 2006, integrante de la Comisión Permanente de Finanzas, miembro de la Subcomisión Permanente de Política Financiera, Banca, Seguros y Coordinación Financiera, miembro de la Comisión Especial para revisar y presentar propuesta de Reforma del Reglamento Interior y de Debate de la Asamblea Nacional y miembro del Grupo Parlamentario de Amistad Venezuela - China.
Nicolás Maduro desempeñó con acierto, patriotismo y lealtad el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores. Fue considerado hombre clave en la firma de acuerdos bilaterales con China, Rusia, Bielorrusia e Irán, al tiempo que criticó la política del gobierno de Estados Unidos, sobre la que en la Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena señaló: "Obama ignora la realidad de nuestro país (...) actúa con un gran cinismo, una gran perversión. Ha heredado, lamentablemente, después de haber pasado tres años en el Gobierno, el cinismo y la perversión (de su antecesor, George W. Bush)"
Así mismo, ha sido decisivo su aporte en el reimpulso de las relaciones internacionales de Venezuela, siendo un gran defensor del ingreso de la nación dentro del MERCOSUR así como la fundación y promoción de importantes espacios regionales como la UNASUR y la CELAC.
Su personalidad política, honestidad y calidad humana le ha permitido que en los círculos diplomáticos de todo el mundo se lo haya recibido con amistad, afecto y consideración e inclusive se le atribuye ser el practicante de una “nueva forma de hacer diplomacia”. Su capacidad para tejer consensos y vencer divisiones ha sido vital en los procesos de integración de América Latina. Ha sido baluarte del gobierno para manejar situaciones difíciles como rupturas de relaciones con Colombia o la compleja relación con Estados Unidos.
La “mayor proyección del chavismo”
Ese hombre que ha sido capaz de granjearse la simpatía de su pueblo es considerado como el colaborador histórico y beneficiario de una gran confianza presidencial, Maduro, al fallecer el Comandante se erige como el hombre con «mayor proyección» del chavismo “gracias a su larga experiencia política como ministro de Exteriores, a lo que sumó varios años como líder sindical”, al tiempo que se constituye en el nuevo líder que será capaz de llevar adelante la aún inconclusa Revolución Bolivariana en Venezuela y, sin duda, será capaz de consolidar el proceso de la integración latinoamericana y caribeña en el ALBA, CELAC, UNASUR; MERCOSUR, Petrocaribe, Banco del Sur, el SUCRE y otras formas de unión diferentes, en esencia, de las patrocinadas y dispuestas por el imperio.
Políticos, analistas, Jefes de Estado y de Gobierno reconocen a Nicolás Maduro como el nuevo líder de la República Bolivariana de Venezuela. Catherine E. Shoichet de la televisora CNN en español, afirmaba que según un analista, Nicolás Maduro ha estado detrás de decisiones de política exterior radicales y añadía: “Tras una etapa como conductor de autobuses en Caracas, Nicolás Maduro ascendió hasta llegar al círculo que rodeaba al ex presidente Hugo Chávez. La muerte del mandatario lo empuja ahora a la primera línea en la carrera para heredar el poder en Venezuela.
La periodista sostuvo que Maduro, de 50 años, ha sido durante mucho tiempo un rostro de alto perfil en el gobierno. A menudo se le veía en la primera fila de las ruedas de prensa del presidente y viajó a Cuba por el tratamiento de cáncer del mandatario.
"Es sin duda uno de los ministros que está más cerca de Chávez", dijo el analista político Germán Campos a 'CNN en español' luego de que Chávez nombró a Maduro como vicepresidente en octubre pasado, afirmó.
Maduro también es ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, un cargo que ha ocupado desde 2006. En ese puesto, ha sido el principal diplomático del país sudamericano en años en que las tensiones con Estados Unidos y los lazos con Cuba han aumentado. Luego destaca el antiimperialismo de Maduro al recordar varios de sus pensamientos, como: "El Departamento del Tesoro de Estados Unidos está tratando de convertirse en una especie de agencia de policía del mundo para describir los ciudadanos decentes de nuestro país (...) como traficantes de drogas", dijo Maduro en 2011, después de que el Departamento agregó a cuatro funcionarios venezolanos en su lista de narcotraficantes.
"Un país que no tiene autoridad moral para juzgar a los generales y funcionarios políticos en Venezuela", dijo Maduro. "Lo rechazamos y creemos que las mafias narcotraficantes están allí, en una sociedad enferma como la de Estados Unidos".
Otro incidente surgió en 2006, cuando inspectores de seguridad estadounidenses lo detuvieron en el Aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, situación por la que Maduro calificó al gobierno de Estados Unidos de "racista" y "nazi", y de no apreciar a los países latinoamericanos.
Antes de representar a Venezuela en el extranjero, Maduro perfeccionó sus habilidades políticas en el país. Se convirtió en un líder sindical mientras trabajaba para el sistema del metro de Caracas. Después de que Chávez llegó al poder en 1999, el funcionario participó en una asamblea que redactó una nueva Constitución. Se desempeñó como diputado hasta 2006, cuando fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores.
Naturalmente, como le corresponde, la periodista trató de cuestionar a Maduro o restar sus cualidades y valores. En su nota agregaba: "Debes preguntarte qué ha mantenido las cosas unidas en Venezuela. Parte de la unidad es que Chávez, a pesar de los problemas de su gobierno, es alguien que tiene una conexión emocional y un tremendo carisma con una gran cantidad de venezolanos", dijo Michael Shifter, presidente del grupo de reflexión Inter-American Dialogue, con sede en Washington. "Todas las personas que son potenciales sucesores de Chávez son las personas que están en polarización y confrontación", dijo Shifter a CNN en una entrevista a principios de este año. "Ellos son leales a Chávez, pero no tienen la capacidad de Chávez para conectar con la mayoría de los venezolanos".
Cuando Chávez nombró a Maduro como vicepresidente en octubre, destacó su amplia experiencia en "diferentes campos de batalla". "La burguesía se burla de Nicolás Maduro porque él era un conductor de autobús", dijo Chávez, "y mira dónde está ahora". Y está en lo alto de la historia.
El pasado 12 de marzo, el venezolano Ángel Rafael Tortero Leal, militante de la Revolución y Analista Político, al referirse al proceso electoral y al candidato opositor Capriles, escribía: “Lo que está a la vista no necesita más explicaciones. El candidato perdedor inicio su campaña desconociendo las vigencias del pensamiento Chavista y su metodología de lucha. Una acción que se pretendía fuera entendida como una travesura del muchacho malcriado, lechuguino y petimetre con la cual provocar una respuesta contundente en las filas de la revolución. Pero nuevamente se equivoco, y al igual que en las pasadas elecciones del 7-O., parafraseando a Cantinflas: ahí está el detalle.
Tal atrevimiento no solo es una flagrante idiotez en términos políticos, científicos y sociales, sino que constituye la negación a la historia pasada y resiente del heroico pueblo de Venezuela. Indudablemente, este viejo devenido en muchacho, por su vacio de conciencia (conocimiento de la realidad tangible y concreta) en un afán de sostener el odio de clases sociales, agrede a las mayorías y hasta ofenden el dolor de las madres que por desgracia deben enterrar a sus hijos.
Este pobre infeliz, se hace llamar el representante de la clase media y expresa sin ninguna vergüenza la lástima que le produce los pobres de la patria. El no quiere percatarse de la madurez alcanzada por el pueblo venezolano, el cree que pobre es igual a iletrado, analfabeta e ignorante y ratifica el precepto positivista burgués de finales del siglo XIX y comienzos del XX: que tener es igual a saber.
En ese sentido debo decirle que los pobres de la patria, somos pobre en cuanto a la obtención de los objetos fetiches de consumo que la desviada y verdaderamente empobrecida clase que él dice representar, le plantea como taxonomía para la superación. En otras palabras, el categoriza pobreza como incapacidad para consumir marcas, signos y símbolos, y niega que la superación de la oscuridad del consumismo, da la liberación de la conciencia de sí y para sí en la construcción de un estadio económico social para el logro de la mayor suma de felicidad para todos.
Adicionalmente es menester recordarle que en 14 años, gracias a la revolución hemos superado en buena medida la miseria material e intelectual del pueblo, y hasta hemos reivindicado la seguridad social y de la propiedad de la explotada clase media venezolana, que vio como todas sus aspiraciones fueron sepultadas por el neoliberalismo de la década de los 80 y 90. Basta comparar para juzgar.
Bien lo expreso el camarada Pepe Mújica, con Chávez avanzamos en la superación de la miseria, ahora la batalla es por el fortalecimiento de la lucha contra la estupidez ilustrada del capitalismo como sistema de perversión de lo humano.
Por ahora tenemos dos tareas inmediatas por hacer, por un lado ganar la elecciones del 14 de abril y por el otro, fortalecer las instituciones del Estado socialista y del partido para romper las ataduras a las infames conductas pequeño burguesas que ofenden la dignidad de la revolución bolivariana.
Apenas tenemos 14 años y como dijo el comandante presidente eterno, no es poca cosa la que se ha hecho, de allí que es menester seguir nuestro propio proceso político. No perdamos de vista que Revolución es auto critica, construcción y reconstrucción permanente. Tenemos patria, tenemos objetivos, tenemos utopía y sueños, no dejemos de luchar. Con Chávez y Maduro el pueblo está seguro.
Por su parte, Tomás Rodríguez León, en Línea de Fuego, en un artículo-editorial titulado La Meritocracia de Nicolás Maduro, sostenía: “…Con el antecedente de Ignacio Lula da Silva, Nicolás llega al poder siendo el segundo obrero sin formación académica en asumir tal cargo, un autentico izquierdista de origen y de clase. Escuchar el discurso de la posesión de Nicolás Maduro fue como remontarse a los ya casi perdidos referentes de lirismo revolucionario, incluso parecía una arenga tirapiedras de los años 70: frescura de juventud no ida, ternura poética, sinceridad ideológica, entereza moral, lealtad indescifrable, humildad de obrero. Era a no dudarlo, un discurso contra el poder “esta banda presidencial no me pertenece yo hubiese sido feliz siendo el conductor de mi comandante Chávez” De acuerdo a los parámetros que maneja el discurso del poder en Ecuador, ni Lula, ni Maduro son meritocraticamente acreedores a nada, no califican, solo deben ser obreros, y si se quedan sin empleo, pueden aspirar a recibir el bono. ¡Así es la meritocracia!
Meritocracia “gobierno de quienes lo merecen” se explica en sus constructores por la formación académica. Este ultraderechista concepto, desestimado hasta por la burguesía liberal, es la antípoda de democracia “gobierno del pueblo” pues meritocracia no sería democracia sino expresión de aristocracia. El poder económico o político define a los mejores partiendo de la descalificación (selección inversa) en esencia una calificación auto generada para manejarse en el poder con un constructo selectivo: el más fuerte, el más culto, el que tiene don de mando, el que recibió mejor formación etc. Los gobernantes mismos per se asumen que son delegados de designios divinos o de inspiraciones “populares” la voz del mérito gestando otras meritocracias; de raza, género, inteligencia, clase, apellido…
La revolución meritocratica ha creado un esplendido Club de la Unión con evaluadores estrictos que no se dejan evaluar sino en encuestas y urnas, el resultado al momento es una excluyente y exclusiva selección de los hijos de la burguesía y sus partidos; ex social cristianos, ex socialdemócratas, ex gutierristas, que impiden eso sí, a toda costa, que dirigentes marxistas, dirigentes obreros o militantes de izquierda ingresen al círculo… no vaya a ser que cualquier Lula o Nicolás Maduro se les infiltre
Necesitan “meritos” los poderosos para el oficio de perdonar y castigar, el imperialismo cuando bombardea pueblos lo hace con una concepción de méritos, los asesinados se lo merecían. Y en las colonias los resabiados también merecen la persecución y la cárcel, como otros se merecen la inclusión en los banquetes si bajan la cerviz, adulan o hacen sentir a rabiar los sonidos de estentóreos aplausos. El mérito no es una nivelación sino una diferenciación, un ejercicio de subordinación, una inequidad de derecha ultramontana. Lenin, líder de un partido profundamente intelectual, lanzó la consigna revolucionaria de cada cuatro obreros bolcheviques un solo intelectual en la representación y toma de decisiones. Nada saben, de estas conclusiones leninistas quienes nos gobiernan
Nicolás Maduro, una prueba de oro de la clase obrera, ya tiene el apoyo de su pueblo y de todos los pueblos el mundo. Los dirigentes obreros saben hacerlo bien, lo demostró Lula. Es simple, los obreros cultos y con conciencia de clase pueden manejar la fábrica, quien esto, no lo entiende, no es de izquierda y no ha comprendido que los intereses de las clases dominantes requieren del ejercicio de selección o meritocracia, para dominar desde cuerpos represivos simbólicos (en este caso) en los que, los subalternos deben aceptar a los sabios para que los gobiernen.
Pero allí no queda todo, Raysa Mestril Gutiérrez/ Radio Cadena Agramonte, en su análisis sobre Nicolás Maduro y el ideario de Hugo Chávez afirma:
Al inscribir su candidatura para las elecciones presidenciales en Venezuela, Nicolás Maduro lleva en el corazón el ideario del líder indiscutible de ese pueblo, Hugo Chávez Frías.
Formado Maduro en su incesante hacer por el bien de los venezolanos, se sabe continuador de la obra chavista, y hacia ella enfila los mayores esfuerzos.
El actual Presidente Encargado de Venezuela fue bien claro en la ceremonia oficial en memoria del mandatario fallecido, cuando dijo: ¡Comandante, no pudieron contigo! ¡No podrán con nosotros jamás! ¡Jamás podrán!
Al inscribir su candidatura, Maduro tiene muy presentes las cinco tareas históricas que marcan el decurso de esa Venezuela libre, próspera e independiente que Chávez delineó y formó.
La primera es: “Mantener y consolidar la independencia conquistada en estos 14 años de Revolución democrática, popular y bolivariana”, la forma más auténtica y noble de seguir el pensamiento político y revolucionario del líder bolivariano.
La segunda es: “Construir nuestro socialismo, diverso, democrático, nuestro americano”.
A ella se suma la de: “Construir a Venezuela como un país potencia, en el marco de la gran potencia de América Latina que se va a construir en los próximos años”.
Evidentes ya los avances del anterior postulado –a pesar de los difíciles momentos por los que atraviesa ese pueblo- con la presencia de la mayoría de los mandatarios de América en los funerales del líder bolivariano, gestor indiscutible de la integración de los pueblos del hemisferio.
La cuarta tarea histórica que dejó Hugo Chávez a sus colaboradores es la de “Construir un mundo de equilibrio, (…) sin imperios”. Reclamo que refleja el amor de los venezolanos a todos las naciones, a partir del respeto, la cooperación y la paz verdadera.
Concluye este histórico reclamo con el pedido de: “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”.
Ante tan humanas y sólidas previsiones, los venezolanos muestran su decisión de trabajar con ahínco para llevarlas a feliz término, y así lo ratificó el Presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, al inscribir su candidatura para los comicios de abril próximo.
Paz y unidad fueron principios de la gran Venezuela, de la mano de su Comandante Presidente, ratificados hoy con la firme voz del pueblo que grita a los cuatro vientos: ¡CHAVEZ VIVE!, CHAVEZ SOMOS TODOS!
TRIBUNAL DIGNIDAD, SOBERANÍA, PAZ CONTRA LA GUERRA-COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA (CISPAL). tribunalázecuador@yahoo.com