Washington, 5 sep (PL) Los planes de la Casa Blanca para un eventual ataque militar contra Siria continúan hoy bajo fuertes cuestionamientos en el Congreso de Estados Unidos y la opinión pública nacional e internacional.
Funcionarios de la administración del presidente Barack Obama temen que la votación en el legislativo sobre el tema sirio la semana próxima se convierta en una especie de referendo sobre la actuación del mandatario.En ese sentido, un editorial del diario The New York Times asegura este jueves que el jefe de la Oficina Oval atraviesa una difícil coyuntura.
La aprobación ayer de una resolución en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, con un estrecho margen de 10 votos a favor y siete en contra, demuestra que no existe un consenso adecuado en el Capitolio para emprender acciones punitivas contra la nación árabe, añade el Times.
La propuesta senatorial, que autoriza 60 días al Ejecutivo para la acción de fuerza y otros 30 adicionales, prohíbe específicamente la participación de tropas terrestres, y resultó más restrictiva que el borrador presentado inicialmente por la Casa Blanca a la cámara alta.
Sin embargo, el proyecto no convence a la opinión pública estadounidense de que los golpes militares "limitados" serían suficientes y efectivos y no provocarán la entrada de Estados Unidos en una nueva contienda en Medio Oriente.
En el plenario del Senado las posibilidades son mayores para la aprobación de los planes de ataque de Obama, pero en la Cámara de Representantes -con mayoría republicana- existen más obstáculos, a pesar de que su líder, el republicano John Boehner, expresó su total apoyo al mandatario, considera el diario The Hill.
En el plano internacional, el arribo de Obama a San Petersburgo, Rusia, para participar en la Cumbre del Grupo de los 20 (G-20), que comienza este jueves, marcó una nueva fase en los intentos de Washington por buscar un mayor sustento entre aliados y amigos para sus planes bélicos en Medio Oriente.
Por otra parte, la Cancillería rusa presentó hoy un informe que demuestra que son las bandas armadas antigubernamentales y no el ejército sirio las que utilizan armas químicas.
El golpe con sustancias prohibidas por convenciones internacionales al que se refiere el reporte, ocurrió el 19 de marzo último y provocó lesiones a otras 86 personas, precisa el texto, que fue entregado en julio al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La fuente señala que la información se da a conocer ante las múltiples filtraciones de materiales en Occidente, los cuales imputan el uso de gases tóxicos al Gobierno del presidente Bashar al-Assad para justificar una agresión armada.
Entretanto, Francia continuó sus gestiones para convencer a sus socios europeos de sumarse a un ataque militar contra Siria, tema que será abordado por el presidente François Hollande durante una serie de encuentros con varios líderes europeos, al margen de la reunión del G-20.
Desde Damasco, el presidente de la Asamblea del Pueblo sirio (Parlamento), Mohammed Jihad al-Laham, dijo que su país no se intimidará por las amenazas de agresión militar lanzadas por Estados Unidos y sus aliados y está más decidida que nunca a derrotar el terrorismo.
Tras una reunión con Adel Sugheir, miembro de la Comisión de Seguridad Nacional del Parlamento venezolano, al-Laham denunció que cualquier ataque contra el país solo busca fortalecer los históricos y agresivos planes de Israel en la región.
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