La fe mueve montañas, eso lo sabemos bien todos los que creemos en Dios, llámese Yabeth, Jeovah, Allah o D-os, como escriben los hebreos para no pronunciar el nombre sagrado del Creador. Y una de las mayores muestras de fe del ser humano es la oración, ese diálogo íntimo entre nosotros y el Padre que nos escucha y atiende a nuestras súplicas.
En sintonía con el sentimiento cristiano de millones de venezolanos y venezolanas que desean el pronto restablecimiento, y la sanación total del presidente Hugo Chávez, se llevó a cabo la Oración Ecuménica, en el ala norte del Palacio Federal Legislativo de la Asamblea Nacional; iniciativa de la Junta Directiva que preside el diputado Diosdado Cabello (PSUV/Monagas) y en la cual concelebraron el padre Numa Molina, párroco de la Iglesia de San Francisco, un religioso musulmán y representantes de iglesias cristianas.
Se encontraban presentes, la Directora General del Despacho, Aura Rosa Hernández, directores y directoras de la Asamblea Nacional; entre ésto el director general de Desarrollo Humano, Marcos Rojas Figueroa, quien leyó el salmo “El Señor es mi pastor nada me falta”. Seguidamente el padre Numa asumió la conducción espiritual de este momento de oración en solidaridad con el máximo líder de la Revolución Bolivariana, y recordó la parábola bíblica que narra cuando a Jesús le avisan que Lázaro está enfermo y los discípulos le dicen: “¡Señor, tu amigo está enfermo!”. El sacerdote pidió a todos los presentes elevar a Dios las mismas palabras, que los mensajeros de Betania.
Siendo esta una oración ecuménica, a continuación participó un representante de la iglesia musulmana quien rezó salmos del Corán, y una vez culminados sus rezos se dirigió al pueblo congregado: “Venimos a agradecer al pueblo venezolano. Hemos llegado desde muy lejos para pedir a Dios en nombre de todos los musulmanes, para que Allah le dé salud al presidente Chávez”, dijo el religioso.
Humberto Rojas, trabajador de la Asamblea Nacional se acompañó de la guitarra para cantar “El pescador”, canto cristiano tradicional de la liturgia católica y cristiana que dedicó al comandante Chávez.
No temas: El señor te lleva de su mano
Tocó nuevamente al celebrante, el padre Numa Molina, leer las palabras del profeta Isaías, según corresponde hoy en el calendario litúrgico católico. El párroco de la iglesia de San Francisco reflexionó sobre la hermosura del mensaje del profeta Isaías, cuando dice: “El Señor te lleva de su mano, no temas”, y pidió a los presentes a no perder la calma en medio de la tristeza y el dolor. “Hugo es también mi amigo del alma” afirmó el sacerdote quien después de la oración invitó a todos seguir orando y recordar las palabras de los mensajeros de Betania: “La oración mueve montañas, pero no basta que tengamos fe; la fe debe estar acompañada de acciones”, dijo.
Seguidamente se acercaron las ofrendas al altar: uvas, mandarinas, pan y flores que ofrendaron trabajadores y trabajadoras de la Asamblea Nacional. Estas ofrendas, tras ser bendecidas, y en un gesto inusual de la Iglesia, fueron compartidas entre todos los presentes como gesto de hermandad, y se multiplicaron entre la multitud como aquel milagro de la multiplicación de los peces y los panes, realizado por Jesús de Nazaret a orillas del lago Cafarnaúm.
Al finalizar el oficio religioso, la diputada socialista Odalys Monzón (PSUV) intervino para expresar que “con este gesto estamos recordando al presidente Chávez, siempre presto a compartir con los demás, que ahora necesita que le devolvamos su amor con más amor. Y aseguró con firmeza que el Presidente regresará sano y salvo…