sábado, 7 de julio de 2012

¿ Cáncer democrático?


El monseñor consideró al secreto como una estrategia de este Gobierno.
EFE
El presidente de la Conferencia Episcopal venezolana, monseñor Diego Padrón, consideró este sábado que la "verdad" sobre la enfermedad del presidente, Hugo Chávez, convaleciente de un cáncer, sigue siendo la "mayor interrogante" en el país y apuntó que, en democracia, "lo normal" sería conocer esa información.
"La mayor interrogante ha sido y sigue siendo la verdad sobre la enfermedad del presidente de la República. El secreto como estrategia es uno de los rasgos característicos de la actitud del Gobierno", dijo Padrón en el discurso inaugural de la 98 Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV).
Desde que fue operado en junio de 2011 de un tumor en la zona pélvica, que le llevó dos veces más por el quirófano y por el que se sometió a sesiones de quimio y radioterapia, Chávez nunca ha revelado ni el tipo ni alcance de su cáncer.
"Se ha mantenido un silencio muy grande y, en una democracia, lo normal es que la gente tenga un conocimiento cierto de la salud de su gobernante", criticó el eclesiástico. "Uno ve tanto en Japón como en Inglaterra, como en cualquier país democrático, que con libertad se habla de las enfermedades de sus gobernantes", insistió.
El cáncer no ha hecho que Chávez renunciara a su aspiración de luchar por su tercera reelección consecutiva en las elecciones del próximo 7 de octubre, en las que competirá con el candidato único opositor, Henrique Capriles.
Monseñor Padrón se refirió justamente a los comicios presidenciales y apuntó que la jornada electoral "no debe paralizar al país, ni fracturarlo en dos partes, ni revolverlo en la violencia y la incertidumbre", sino que debe permitir que "se abracen los adversarios y se restablezca la unidad".
Además, hizo un llamado para que las elecciones se realicen en un "clima de encuentro entre adversarios políticos, asumiendo cada uno los principios y normas, un trato justo y respetuoso y de un proceso electoral equitativo y transparente".
"La aceptación de los resultados y sus consecuencias puede ser una amplia actividad educativa que promueva y facilite el crecimiento del pueblo en democracia y política auténtica", señaló el religioso como aspecto "trascendental".
Padrón también explicó que la CEV está "consciente" de que una de sus tareas prioritarias es "ser mediadora de la reconciliación entre las partes opuestas".
"Ningún miembro de la Conferencia Episcopal aspira a ocupar puesto alguno en la administración pública ni pretende para esta institución adquirir o conservar privilegios", destacó.
"La Conferencia Episcopal se siente y se reconoce servidora del pueblo, sin distinción de clase, credo o ideología", concluyó.
Unos 18,9 millones de venezolanos están convocados a las urnas en octubre, cuando elegirán al presidente para el periodo 2013-2019 entre un grupo de siete candidatos que lideran Chávez, que aspira a perpetuarse 20 años en el poder, y Capriles.

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