La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI) condenó el golpe parlamentario que derrocó al presidente paraguayo, Fernando Lugo, con el objetivo de truncar el avance de la reforma agraria.
Una declaración de la central de organizaciones nativas y campesinas de los países andinos, Argentina y Chile, afirma que la oligarquía retrógrada de Paraguay ha consumado un golpe de Estado disfrazado de "juicio político" al mandatario.
"El verdadero objetivo es truncar las acciones de reforma agraria que reivindican las organizaciones de campesinos sin tierra y hacen temblar a los grandes latifundistas y sus operadores políticos del Partido Colorado", señala.
Añade que campesinos despojados por los agronegocios reclamaron su derecho a la tierra. Y ocurrió la masacre de Curuguaty, que causó 11 campesinos y seis policías muertos.
Tras reseñar la historia reciente de Paraguay, apunta que el Partido Liberal, que apoyaba al presidente Lugo, rompió con él cuando anunció medidas de reforma y señala que el problema central de Paraguay es la concentración de tierras que causa injusticias, pobreza, represión y masacres.
Al repudiar el golpe, CAOI expresa su más firme respaldo a los campesinos sin tierra paraguayos que defienden su derecho a la tierra.
Emplaza a la Organización de Estados Americanos a fijar una posición que debe superar su vergonzosa respuesta al golpe de Estado en Honduras de 2009 y a los organismos de derechos humanos y organizaciones sociales a un movimiento internacional de rechazo al golpe.
Una declaración de la central de organizaciones nativas y campesinas de los países andinos, Argentina y Chile, afirma que la oligarquía retrógrada de Paraguay ha consumado un golpe de Estado disfrazado de "juicio político" al mandatario.
"El verdadero objetivo es truncar las acciones de reforma agraria que reivindican las organizaciones de campesinos sin tierra y hacen temblar a los grandes latifundistas y sus operadores políticos del Partido Colorado", señala.
Añade que campesinos despojados por los agronegocios reclamaron su derecho a la tierra. Y ocurrió la masacre de Curuguaty, que causó 11 campesinos y seis policías muertos.
Tras reseñar la historia reciente de Paraguay, apunta que el Partido Liberal, que apoyaba al presidente Lugo, rompió con él cuando anunció medidas de reforma y señala que el problema central de Paraguay es la concentración de tierras que causa injusticias, pobreza, represión y masacres.
Al repudiar el golpe, CAOI expresa su más firme respaldo a los campesinos sin tierra paraguayos que defienden su derecho a la tierra.
Emplaza a la Organización de Estados Americanos a fijar una posición que debe superar su vergonzosa respuesta al golpe de Estado en Honduras de 2009 y a los organismos de derechos humanos y organizaciones sociales a un movimiento internacional de rechazo al golpe.